Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas

Nº 973

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6 de sep. 2022

 

BOLETÍN MONOGRÁFICO:
ESCUELA DE YOGA DE BUENOS AIRES

 

1. Detienen a un médico de la clínica de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

2. Víctima de la secta de Villa Crespo: “decir prostitución es minimizar la problemática”.

3. Los detalles de la relación de Plácido Domingo con la secta desarticulada en Argentina.

4. Los perfiles de Juan Percowicz y los adeptos del nivel superior de su secta.

5. Así ingresaba medicamentos en EE.UU. la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

6. El abogado de los líderes de la secta de Villa Crespo renuncia unos días después.

7. La Escuela de Yoga de Buenos Aires utilizaba sustancias para someter a algunos adeptos.

8. Ex diputada señalada de haber presionado al juez para defender a la secta lo desmiente.

9. El relato de la detención del líder de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

10. Los detenidos de la secta de Villa Crespo, “preparados para resistir” en la cárcel.

 

 

1. Detienen a un médico de la clínica de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: La Nación

 

 

La investigación que puso bajo la lupa a la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA), la secta acusada de delitos como asociación ilícita, trata de personas y lavado de activos, sumó un nuevo detenido. Se trata de un médico que hasta 2019 trabajó en lo que el grupo denominaba la “clínica CMI Abasto”, donde eran enviados los “alumnos” y “alumnas” que “debían ser aleccionados” porque ofrecían algún tipo de resistencia a seguir los lineamientos y órdenes emanadas del “maestro” Juan Percowicz, el líder de la organización, según informa el diario La Nación.

La detención del sospechoso

El sospechoso, cuya identidad no transcendió públicamente, fue detenido en el barrio porteño de Villa Pueyrredón por detectives del Departamento Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina (PFA), que cumplieron una orden del juez federal porteño Ariel Lijo.

“Otras prácticas coercitivas tenían lugar en la ‘clínica’ denominada CMI Abasto, dependiente de la organización, donde los alumnos y alumnas eran internados y adormecidos durante varios días como forma de aleccionamiento y subordinación. Esto se hacía, fundamentalmente, cuando algún integrante planteaba alguna crítica o duda respecto del líder y sus máximos colaboradores”, explicaron los fiscales Carlos Stornelli y sus colegas Alejandra Mángano y Marcelo Colombo –de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex)–, al pedir la detención de los sospechosos. El médico, según las fuentes consultadas, fue detenido en su domicilio, situado en Terrada al 5100.

De la lista inicial de imputados con pedido de captura, el pasado 22 de agosto, cuando La Nación informaba de esta detención, quedaban aún cuatro prófugos. La presunción es que están en los Estados Unidos, donde, precisamente, la organización coercitiva planeaba expandir sus operaciones. Como reveló este diario en su edición del 21 de agsoto, al menos tres ciudades norteamericanas –Nueva York, Las Vegas y Chicago– fueron destino de los traslados de “alumnas” de la secta que eran ofrecidas como “geishas” a empresarios. Esas actividades de explotación sexual eran una de las mayores fuentes de ingresos de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, estimados en unos 500.000 dólares mensuales.

La organización liderada por Percowicz operó durante décadas bajo un paraguas de protección que, al menos en la década del 90, contó con la influencia determinante de funcionarios del gobierno de Carlos Menem, apoyos de conocidos organismos y personalidades de defensa de los Derechos Humanos, e incluso de congresistas norteamericanos.

Lista de “enemigos”

También se conoció, además, que en los allanamientos policiales, los investigadores secuestraron una “lista negra” de supuestos “enemigos” de la secta que tenía que ser “eliminados”. Entre ellos se encontraban Pablo Salum –que logró escapar del influjo de la secta, en la que aún están su madre y sus dos hermanos–, la conductora de TV Mirtha Legrand y la fiscal porteña Mónica Cuñarro, entre otros funcionarios del Poder Judicial de la Nación.

Tras conocerse la existencia de la lista titulada “Muerte y destrucción a nuestros enemigos”, la Asociación de Fiscales y Funcionarios del Ministerio Público Fiscal de la Nación manifestó su “preocupación y solidaridad a los colegas” e instó a la adopción de medidas de seguridad de fiscales y sus familias. También circuló un comunicado de repudio firmado por cientos de magistrados y funcionarios del Poder Judicial de la Nación, del Ministerio Público Fiscal y de la Defensa.

Tras conocerse la existencia de la “lista negra”, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Nación Lista Celeste publicó un comunicado titulado “Si tocan a una/o, tocan a todas/os”. Allí expresaron: “Manifestamos nuestra profunda preocupación respecto de las noticias transcendidas que indicarían amenazas de muerte proferidas contra la fiscal Cuñarro, entre otras personas, sufridas a partir del cumplimiento de sus funciones públicas”. La Lista Celeste pidió que se “actué con la cautela que la situación amerita” y se “asegure la integridad personal y familiar de la doctora Cuñarro”.

En el listado –que, según calificadas fuentes judiciales, data de fines de la década del 90– figuraban, además, el exjuez Mariano Bergés, el primero que investigó la actividad de la presunta secta, a partir de 1993; el fiscal porteño Patricio Lugones, el fallecido juez de Casación Raúl Madueño, que fue presidente de la Asociación de Magistrados, y Diego Guelar, exdiputado y embajador de la Argentina en China entre 2015 y 2019. También, el peluquero Pino Paparella.

 

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2. Víctima de la secta de Villa Crespo: “decir prostitución es minimizar la problemática”.

FUENTE: Perfil

 

 

La víctima y uno de los principales denunciantes públicos de la secta, Pablo Salum, dialogó en “Modo Fontevecchia”, por Net TV y Radio Perfil (FM 101.9), y aseguró que “existen un montón de otras organizaciones que utilizan la misma operatoria”. Por otro lado, manifestó que “el sexo se utilizaba como una herramienta para traer víctimas” y, por último, aseveró que “decir prostitución, es minimizar la problemática”. Reproducimos a continuación la transcripción de la entrevista, tal como la ha publicado el diario Perfil.

- Su hermana y su madre formaron parte de la organización. ¿Cuál es la situación de ella hoy?

- No tengo demasiada información, sí las autoridades me dijeron que no están detenidas, pero no sé más que eso. No conozco la situación procesal porque todavía no me constituí como querellante, por lo cual no tengo acceso a la causa y estoy en veremos.

- Se conoció una lista negra de personas, que tenía la secta, entre las que se encuentra el ex embajador de Estados Unidos y Mirtha Legrand. No sé si tenés alguna información o si se puede conjeturar por qué podrían llegar a tener una lista de personalidades. ¿Sabés algo al respecto?

- Si vos en algún momento hiciste algo en contra de la organización o te opusiste a hacer que el líder quería seguramente, te pueden tildar de enemigo. Es así, sos su amigo o su enemigo, son muy extremistas.

- ¿Qué tipo de relación mantenían los cabecillas de la secta con el entonces grupo cercano al presidente Carlos Menem para justificar que aquella investigación es la que se procesó a los cabecillas no avanzara?

- Creo que no sólo existe esta organización en Argentina sino que utilizan la misma operatoria para captar a gente de poder o con influencia. La escuela de yoga captaba víctimas en situación de vulnerabilidad y las explotaba sexual y laboralmente. El sexo se utilizaba como una herramienta para traer víctimas y, si eran influyentes, además de tener poder, eran bienvenidas. Es así como fueron captando a diferentes figuras importantes y fueron usadas para obtener impunidad, subsidios y negociados. También atacar a las víctimas que es lo más grave.

- ¿Convertir en la víctima a los clientes a través de una posterior extorsión?

- No está bien decir que son clientes, porque esto no es una prostitución como lo quieren hacer ver.

- ¿Cómo sería?

- Las víctimas son seducidas y atrapadas, no es que ve vende bajo la fachada de “Me pagás a cambio de sexo”, es algo más profundo: decir que es una prostitución, es minimizar la problemática. Hay una coerción y una seducción de las víctimas, por lo cual muchas veces la gente que fue captada no sabían que estaba siendo captada.

- ¿Es necesaria una diferente ley antisectas de la que existe?

- Nosotros lo que pedimos es una ley contra las organizaciones coercitivas, pero básicamente la primera legislación que estamos impulsando desde el año 2012. Ya lo logramos en la provincia de Córdoba en 2011. La ley es para que se permita que el Estado reconozca la problemática, con lo cual se podrían crear campañas de concientización, educación, prevención y asistencia a las víctimas y familiares de la misma.

Luego, hay que crear una tipificación penal exclusiva como la tienen otras modalidades como los piratas del asfalto que el delito a mutar o evolucionar ha sido necesario que haya nuevas figuras jurídicas para poder atraparlos. Acá hablamos de captación bajo coerción psicológica y sometimiento. No siempre hay trata de personas dentro de estas organizaciones. Por eso es importante tipificarlo. Si bien está la ley de trata de personas, en donde adentro está tipificada la persuasión coercitiva con estos fines no todas tienen un fin tratante.

- Me gustaría que con tu experiencia dijeras un mensaje a quienes podrían ser víctimas de persuasión coercitiva. ¿Cómo pueden darse cuenta?

- ¿Sabés por qué te digo que se minimiza cuando sólo se habla de prostitución? Porque si solamente fuera eso, el vínculo entre las dos personas se termina cuando recibe el cobro y, en este caso, recién se inicia y las personas son manipuladas. Se les sacan vínculos y todos sus bienes, además de obligarlos a ser parte de la organización en algún punto.

Hay que observar cuando una organización te va cambiando las estructuras psicológicas para fines que no buenos como someterte laboralmente y abusar de uno en distintos niveles. A las víctimas no se les permite estudiar, escuchar música, amar a una persona de su mismo sexo. La realidad es que generan un daño psicológico tremendo, ya que despersonalizan totalmente y la llevan lentamente a su muerte

- En ese momento, la persona perdió control de sí. ¿Qué podría hacer previamente para darse cuenta antes y no caer en eso?

Apenas son captadas las víctimas, lo primero que le sacan es la voluntad y la autocrítica, la racionalidad y el libre pensamiento. No hay otro camino que tener una ley y un Estado presente que se encargue de prevenir, concientizar y crear políticas para evitar que estas organizaciones, grupos o individuos funcionen impunemente como lo están haciendo hoy en día.

 

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3. Los detalles de la relación de Plácido Domingo con la secta desarticulada en Argentina.

FUENTE: El Diario

 

 

Plácido Domingo tiene vínculos desde hace 26 años con al menos cuatro líderes de la secta Escuela de Yoga Buenos Aires (EYBA). Dos están detenidos, una está prófuga y el otro falleció hace cuatro años. El 20 de febrero de 1996, el tenor dio un concierto en el Campo Argentino de Polo de Buenos Aires. Según explican con todo detalle Victoria De Masi y Lautaro Castillo en El Diario, esa noche hubo algunos cambios en el programa.

Domingo cerró el show con la ópera Cartas marcadas, compuesta por Susana Mendelievich, conocida como Mendy y miembro histórico de la organización, y Rubén D’Artagnan González, un violinista de renombre que, según el denunciante, habría abierto la filial Chicago de la secta EYBA. El cierre de ese concierto fue en un dueto con Verónica 'Loia' Iácono, en ese momento debutante lírica, y hoy buscada por Interpol por haber participado de la organización en Estados Unidos. El cuarto integrante de la secta con el que el tenor tenía relación es Juan Percowicz, el líder.

Según consta en la causa, al menos siete mujeres fueron explotadas sexualmente e incorporadas a la organización coercitiva por sus familias cuando aún eran niñas o adolescentes. La Justicia cuenta con tres audios en los que se menciona que un artista llamado “Plácido” solicita servicios sexuales a la organización. Identificaron la voz de Susana Mendelievich, 75 años, y de Juan Percowicz, 84 años, líder de la comunidad. Ambos fueron detenidos hace una semana. La tercera voz sería la del tenor y director de orquesta madrileño, de 81 años, que visitó Buenos Aires en abril para dar un concierto en el Teatro Colón después de dos décadas sin pisar suelo argentino.

El Diario ha consultado a varias fuentes con acceso al expediente y ha confirmado que los audios fueron obtenidos en escuchas realizadas en los últimos cuatro meses. Y estableció, además, el contacto entre el tenor y la organización a través de la denuncia hecha en la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), testimonios de los denunciantes y cruces de datos. Esta información publicada en el diario La Nación da cuenta de aquel recital ofrecido hace 26 años en el Campo Argentino de Polo. Plácido Domingo agradeció la participación del violinista Rubén D’Artagnan González en el show. Ese año, Domingo fue nombrado ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.

El año pasado, Mendelievich y Iácono, cuyo apellido artístico es Loiácono y en la organización la llamaban “Loia”, editaron un disco inédito, Por amor al amor. Las mujeres —una detenida y la otra prófuga— forman parte del cuarteto LGKM. Son las iniciales de sus nombres y las de González —distinguido por la Fundación Konex en 1989— y de Mariano Krawczyk, oboísta que usaba el apellido Krauz. Es el padrastro de Pablo Salum, el hombre de 44 años que el año pasado volvió a denunciar en la Justicia argentina a la secta. Krauz fue parte de EYBA. Entró en la comunidad con la intención de “rescatar” a su pareja, la madre biológica de Salum. No lo logró y se desvinculó de la organización en buenos términos. Fue detenido la semana pasada junto a otras 18 personas. Hay, además, ocho prófugos: cuatro estarían fuera de la Argentina.

Krauz era algo así como un “hijo” de Rubén D’Artagnan González, que nació en Viale, en la provincia argentina de Entre Ríos, en 1939. A los cinco años aprendió a tocar el violín. Estudió en Francia e Italia, y llegó a obtener en 1964 el Diploma de Honor de la Accademia Chigiana, en Siena, Italia. En Argentina, dirigió la Camerata Bariloche de 1971 a 1975. Dos años después, se instaló en los Estados Unidos y dirigió las cuerdas la Orquesta de Minnesota hasta 1981. Entre ese año y el 86, dirigió la de Houston. En 1986 se mudó a Chicago y dirigió la Orquesta Sinfónica de la ciudad. Según Salum, es fundador y responsable de la filial de la secta en Chicago.

En 2005 quisieron premiar a González como “destacado vialense”, su pueblo de nacimiento, pero a pesar de los intentos no pudieron ubicarlo. Incluso lo rastrearon a través de la embajada argentina en los Estados Unidos, pero nadie pudo encontrarlo. Durante la ceremonia en Viale mencionaron su nombre y extenso currículum, pero nadie recibió la estatuilla. En abril, cuando Plácido Domingo visitó Buenos Aires, González llevaba cuatro años muerto. Los contactos entre el tenor y la Escuela Yoga Buenos Aires seguían intactos, a juicio de los investigadores.

 

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4. Los perfiles de Juan Percowicz y los adeptos del nivel superior de su secta.

FUENTE: TN

 

 

El líder, sonriente sobre un fondo difuso, es iluminado por un sol en llamas. Camisa celeste arremangada, levanta con sus manos los platos de la balanza de la Justicia cargados con personas, amontonadas una encima de la otra. En el dibujo, Juan Percowicz lleva sus característicos lentes y la tupida barba que lo acompañó a lo largo de los años al frente de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, una secta que funcionaba en el corazón de Villa Crespo. Así comienza el reportaje que firma Cecilia Di Lodovico en TN.

El cuadro, que se filtra detrás de una foto tomada durante una reunión en la que se fundaba el “Gellys Bank” en los ‘90, demuestra que en los 30 años que perduró la actividad de la organización, Percowicz perdió el pelo, pero no las mañas. Ese momento fue, probablemente, uno de los más importantes de la organización al cimentar, en el edificio de Estado de Israel 4457, la estructura del flujo de dinero que generaba la trata de personas, la explotación sexual de sus adeptas, la apropiación de los bienes de sus fieles y la base de las firmas utilizadas para el lavado de activos.

En la escena, el líder -con micrófono para que todos puedan escucharlo- señalaba en un afiche a qué destinaría cada piso del inmueble que fue adquirido con plata de sus seguidores y se convirtió en su sede central. A su lado, estaban su hijo (no biológico), Marcelo Guerra Percowicz y los discípulos que habían llegado al nivel máximo en la organización: el “7”. En algunas oportunidades, los elegidos y “El Maestro” aparecían envueltos en túnicas rojas, con toques dorados, una escenificación que les aportaba un aire de divinidad ante los “alumnos”, serviles y dispuestos a todo por la Escuela, incluso a dejar a sus familias y reemplazarla por sus compañeros en la secta y ocupar un departamento del edificio de Estado de Israel, con su nuevo grupo. Con ellos, arrastraban a sus hijos.

El sexo como anzuelo y control de “los yoes bajos”

Hasta el momento, el jefe de la secta y sus cómplices fueron imputados en la causa, en manos de Alejandra Mangano de la PROTEX y el juez federal Ariel Lijo, por trata de personas con fines de reducción a la servidumbre, agravado por coerción; hurto agravado; lavado de activos; asociación ilícita; ejercicio ilegal de la medicina; expendio irregular de medicamentos y tráfico de influencias. Los detectives del Departamento de Trata de Personas de la Policía Federal a cargo de Ricardo Juri encontraron evidencias de todo tipo, entre ellas, videos y fotos de alto contenido erótico. No es casual: el sexo funcionaba como anzuelo para la captación de nuevos miembros y formaba parte del sistema de explotación.

“La práctica sexual era una herramienta para conseguir los objetivos económicos pretendidos por Juan Percowicz y demás líderes; lo cual era transmitido a sus miembros como una forma de “sanación”, ya que las prácticas sexuales eran utilizadas para controlar a los “yoes bajos”. En ese contexto, cuanto más dinero y regalos conseguían como producto de esos encuentros y relaciones con personas de poder ajenas a la organización, más información se les suministraba dentro de la “Escuela” para poder evolucionar y subir de rango”, precisa la causa.

“El Maestro” y “sus ángeles” del nivel 7

La organización contaba con una estructura jerárquica y piramidal muy clara, de la que participaban unos 179 alumnos repartidos en las sedes ubicadas, principalmente, en Buenos Aires y en las ciudades de Las Vegas, Chicago y Nueva York. A todos se le otorgaba un rango dentro de un esquema de siete niveles, siendo el número “7 formal” el más alto y el número “1” el más bajo, en la que ubicaban a aquellas personas que consideraban “subhumanos”.

En la cúspide de la pirámide, se ubicaban los “fieles” más cercanos al líder. Sólo se podía acceder por invitación de Percowicz, a quien también llamaban “El Ángel”. La confianza era un requisito excluyente para alcanzar el nivel máximo que, a su vez, se subdividía en “formal” e “informal”. A continuación, TN presenta a cada una de las personas más cercanas al creador de la secta de Villa Crespo y los roles que cumplían cada uno de ellos en la estructura que se sostuvo por más de tres décadas.

Juan Percowicz, “El Ángel”

Tenía “el control absoluto” de todo lo que sucedía en la organización. Habría iniciado su actividad en los ‘90 cuando montó una estructura delictiva para captar personas mediante engaños o en situación de vulnerabilidad con el fin de reducirlos a una situación de servidumbre y/o explotación sexual y construir un culto a su alrededor. Con el tiempo, consiguió promover una estructura ilegal de negocios en la República Argentina y en Estados Unidos que le permitió otorgar apariencia lícita a los fondos de la organización con el único fin de enriquecerse y obtener influencias y protección para sus líderes. En su casa vivían Ruth Viviana London y el chofer Daniel Gustavo Trepat Fryd, también detenidos.

“Chelo” y “la cura de sueño”

Hijo no biológico del líder, Marcelo Guerra Percowicz es uno de los titulares de la “clínica” “CMI Abasto”, ubicada en Guarda Vieja 4072, donde se realizaban las denominadas “curas de sueño”: la administración de medicamentos para dormir a las personas durante varios días, despertándolos solamente para comer. Era un modo de disciplinar y aleccionar a los alumnos que se negaban a cumplir con las órdenes, o tranquilizar a quienes se encontraban alterados o deprimidos. En uno de sus consultorios, la PFA encontró un pizarrón con una inscripción manuscrita que rezaba: “Celeste F. I:10-04-22. Dar ½ porción de comida. Todos los viernes por la noche entra en Descanso, hasta Domingo al despertar”.

Marcela Alejandra Sorkin: “La Leona”

“Felicidad Personal”, “conocerse así mismo” y “liderazgo” son algunos de los cursos de “coaching filosófico” que ofrecía la empresa B.A. Group, en la sede central y en un departamento de Bulnes 1455, a las personas que aún no pertenecían a la Escuela. Los cursos eran, en realidad, una maniobra para dar apariencia lícita a los fondos provenientes de la explotación de los alumnos. Marcela Alejandra “La Leona” Sorkin, mano derecha del líder, era una de sus responsables junto a Federico Sisrro. “La Leona”, además, fue la única beneficiaria del testamento de Liliana Rolando, una miembro de la organización que firmó el documento en sus últimos días de vida en la Clínica CMI Abasto. Sus bienes muebles, ropa y demás pertenencias fueron divididos y entregados a otros alumnos.

“Barni”, la pata legal de la secta

Susana María Barneix, alias “Barni”, es considerada junto a “Chelo” y “La Leona” como una de las máximas líderes de la estructura. Junto a Daniel Eloy Aguilar brindaba asesoramiento legal e impositivo para procurar que las operaciones de la organización no fueran detectadas por los organismos estatales de control y lograr el blanqueo de fondos ilícitos.

“Mendy”, la encargada del “Geishado VIP”

La organización contaba con grupos de mujeres que eran obligadas a mantener encuentros sexuales a cambio de dinero. Susana “Mendy” Mendelievich, era la encargada del denominado “Geishado Vip”. Allí también cumplían funciones Marcela Arguello y Adriana Ruth “Cosmito” González, quienes seleccionaban y controlaban a las alumnas que eran explotadas sexualmente.

También se encontraba involucrado Daniel Gustavo Trepat Fryd, el chofer de Juan Percowickz, que se encargaba de cuidar y trasladar a las “alumnas” hacia donde había sido concertado el encuentro sexual. Según un audio, mencionan como “clientes” a Plácido Domingo. “Todos los que estábamos en EYBA, cerca tuyo, realmente vivimos como gente rica. Viajamos, tenemos nuestros autos, casa, ropa, equipos electrónicos... Todos somos millonarios, es así”, le agradecía Mendy a “Papi”, el líder, en una de las escuchas.

“El Mago” que filmaba los encuentros sexuales

Los encuentros sexuales del piso 9 (“El Museo”) y los ingresos al edificio de la calle Estado de Israel eran grabados, y las filmaciones se guardaban en Castro Barros 1127, la casa de Carlos “El Mago” Barragán que, al mismo tiempo, daba clases en la Escuela de Yoga, junto a Mariano Krawickz. Una de las maneras de captar miembros era la invitación a un “café” en la planta baja del edificio de Estado de Israel los martes y viernes de 20 a 21.30 hs. Barragán contaba con un gran registro de filmaciones de clases y charlas dictadas por Juan Percowicz en años anteriores. El contenido de estas clases era de conocimiento exclusivo para los miembros, quienes tenían prohibido comentar o contar acerca de ellas a la gente “de afuera”.

“La Doqui” que coordinaba la promoción de la “clínica”

La promoción de los tratamientos de CMI Abasto en Estados Unidos era coordinado por Alicia “Doqui” Arata y Silvia Herrero, a cargo de la administración de lugar. “La Doqui” también estaba a cargo del envío de psicofármacos y antidepresivos a ese país. Para ello, colocaban los medicamentos en el interior de las valijas de quienes realizaban los viajes al extranjero, a quienes denominaban “casalitos”

“El Banquito” de la secta de Villa Crespo

El manejo contable estaba a cargo de Marcela Sorkin, Gustavo Aníbal Rena (alias “Seferin”) y Mario Alberto Leonardo. Los tres se reunían a principio de cada mes a realizar el cierre del balance económico, trasladar el dinero recaudado y pagar los sueldos. Existía un fondo de dinero denominado “banquito” que era utilizado para sufragar gastos dentro de la “Escuela” o dar préstamos a sus miembros. “El banquito” también funcionaba como una financiera que ofrecía a los seguidores la posibilidad de poner parte de su patrimonio en plazos fijos. ¿Cómo se abastecía el banquito? Entre otras maniobras que les garantizaba el flujo de dinero, los integrantes de la EYBA se financiaban a partir de la disposición del patrimonio de los alumnos, como así también de la apropiación de sus bienes y la explotación sexual.

A la vez, a los alumnos se les exigía un pago mensual mínimo de 200 dólares como aporte para la organización -lo que llaman “el sobre”-, que podía llegar hasta la suma de 10.000 dólares. También se les establecía el objetivo de idear nuevas formas de ingresar capital a la organización. Cuando terminaron los allanamientos del 8 de agosto, los 19 detenidos fueron trasladados a la sede central en el edificio de Estado de Israel 4457.

Sentados frente a un telón beige, una agente de la Policía Federal les leyó el acta, enumerando uno por uno los delitos que les adjudicaban. En ese momento, se escucharon murmullos, quejas y algún insulto. Encima de las mesas, lucían las famosas tazas de café que atrajeron, durante tres décadas, miles de fieles a una de las organizaciones criminales más oscuras de la Argentina.

 

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5. Así ingresaba medicamentos en EE.UU. la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: El Diario

 

 

La Escuela Yoga de Buenos Aires trasladaba psicofármacos y antidepresivos a los Estados Unidos, medicación que no está aprobada por la FDA (Food and Drugs Administrations). Así lo indica la causa en la que investigan a los líderes de la secta por trata de personas, reducción a la servidumbre, lavado de activos y ejercicio ilegal de la medicina, entre otros delitos. Hay 21 detenidos. La mayoría se quedó sin abogado: acaba de renunciar Federico Bossi Ballester, hijo de una de las miembros de la organización, que había asumido la defensa. Lo cuenta Victoria de Masi en El Diario.

Tres miembros de la organización, todos de alto rango dentro de la jerarquía, fueron detenidos en el aeropuerto internacional de Ezeiza el pasado 13 de agosto. Estaban a punto de abordar un vuelo a Estados Unidos. En sus valijas encontraron 730 comprimidos, frascos y goteros. Los viajes con sustancias de venta bajo receta en la Argentina pero prohibidas en los Estados Unidos sería una modalidad común de EYBA y una prueba de la conexión con el exterior.

Dentro de la secta, a las “mulas” las llamaban “casalitos”. Los detenidos por la División Trata de Persona de la Policía Federal son Federico David Sisrro, Horacio Vesce y Marcela Sorkin, alias “La Leona”. Vesce es psicoanalista y una de las personas a cargo de la Clínica Medicina Integral Abasto, donde la organización hacía “curas de sueño” a sus integrantes. Sisro organizaba las sesiones de “coaching filosófico”, “felicidad personal” y “liderazgo”. Esas charlas eran la primera forma de captación de personas y se ofrecían en la sede principal y en la consultora BA Group, a través de la cual, todo indicaría, se blanqueaba el dinero generado por las actividades de la secta.

En Ezeiza también detuvieron a “La Leona”, Marcela Sorkin, quien tenía varias funciones en EYBA. Había logrado el nivel máximo -7 formal- y compartía el liderazgo con el fundador, Juan Percowicz. Sorkin administraba la secta, participaba de la selección de las alumnas que eran explotadas sexualmente y llevaba adelante la consultora BA Group.

Hay, por lo pronto, varias pruebas que confirman la extensión internacional de EYBA. Las “curas de sueño”, por ejemplo, también ofrecían a estadounidenses ajenos a la organización que debían viajar a la Argentina. El procedimiento era difundido por las filiales que la Escuela tendría en los Estados Unidos y se hacía en la “clínica” del Abasto. De acuerdo con un artículo publicado en La Nación, el hallazgo de medicamentos resultó una constante en al menos seis de los inmuebles allanados. Por ejemplo, en la Clínica, que funcionaba sin habilitación, en Guardia Vieja 4072, la policía encontró medicamentos y unas cien historias clínicas.

El juez federal Ariel Lijo, al frente del Juzgado N°4, dictó 24 pedidos de captura. Por lo pronto hay 21 detenidos, la mayoría en la alcaidía de General Madariaga, que depende de la Policía Federal. Por consejo de la defensa, todos se negaron a declarar. Consultado por El Diario, Federico Bossi Ballester, quien había asumido la defensa, dijo que hoy decidió apartarse del caso y que “están definiendo” nuevos abogados.

 

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6. El abogado de los líderes de la secta de Villa Crespo renuncia unos días después.

FUENTE: El Diario

 

 

“Si me llamás por la causa de la Escuela, te digo que acabo de renunciar. ¿Por qué? Por cuestiones personales. ¿Cuáles? No puedo decirlas, me resguarda el secreto profesional. Tampoco sé quiénes son los nuevos abogados porque lo están definiendo”, dijo por teléfono a El Diario Federico Bossi Ballester, el –hasta el pasado 22 de agosto– abogado de la mayoría de los 21 detenidos por la causa en la que investigan a una secta por trata de personas, lavado de dinero y ejercicio ilegal de la medicina. Lo cuenta Victoria de Masi en este medio.

Bossi Ballester quedó medio de un conflicto de intereses: es hijo de una mujer que forma parte de EYBA. Cuando se hizo público que él asumiría la defensa de la mayoría de los detenidos, el primer y principal denunciante de la Escuela de Yoga Buenos Aires, Pablo Salum, lo expuso durante una entrevista en vivo en el canal de noticias TN: “Mi mamá era instructora de tu mamá, Bossi. Vos y yo jugábamos juntos cuando éramos chicos”, le dijo Salum.

Hasta el 19 de agosto, Bossi Ballester no había leído el expediente, pero sí recomendó a los detenidos no declarar en la Justicia. Mientras ofició de abogado de la defensa, Bossi Ballester argumentó que la organización estaba “conformada por adultos” y que él no tenía conocimiento de que personas menores de edad hayan sido explotadas sexualmente, como indica el expediente.

 

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7. La Escuela de Yoga de Buenos Aires utilizaba sustancias para someter a algunos adeptos.

FUENTE: TN

 

 

Los detectives que participan en la investigación que permitió desbaratar la secta de Villa Crespo, que funcionaba tras la fachada de una escuela de yoga, están convencidos de que los miembros de la organización criminal liderada por Juan Percowicz “dopaba” a los alumnos con somníferos para controlarlos y someterlos. Se trataba de “la cura de sueño”, un “tratamiento”, utilizado para “disciplinar y aleccionar” a los fieles que se negaban a seguir órdenes. Lo cuenta Cecilia Di Lodovico en TN.

El método se realizaba en CMI Abasto, una “clínica”, ubicada en la calle Guarda Vieja 4072, donde dormían a las personas por varios días y se los despertaba solamente para comer. Ese aspecto era coordinado por Alicia “La Doqui” Arata, una de las detenidas en el operativo “Secta Sociedad Anónima”, de la División de Trata de Personas de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la PFA, a cargo de Ricardo Juri.

La causa, en manos del juez federal Ariel Lijo, el fiscal Carlos Stornelli y Alejandra Mangano de la PROTEX, cuenta con varias evidencias de esa maniobra: la enorme cantidad de psicofármacos secuestrados, directivas en una pared y las anotaciones en un pizarrón de la clínica (“Celeste F. I:10-04-22. Dar ½ porción de comida. Todos los viernes por la noche entra en Descanso, hasta Domingo al despertar”). También las escuchas telefónicas.

Dentro de las conversaciones obtenidas, hay una clave -a la que tuvo acceso TN- que no sólo pone de manifiesto la maniobra, sino que además demuestra que los integrantes de la banda conocían el daño que provocaban las “curas de sueño” que se ejecutaban en la “clínica”. En el audio se menciona a Luis Mario Romero, un psiquiatra detenido en los allanamientos del 12 de agosto pasado. El también judoka es señalado junto al médico clínico Jorge Navas, arrestado el 22 de agosto, como los dos médicos que realizaban las recetas para obtener la medicación psiquiátrica.

Los seguidores rescatados “estaban muy medicados”, reveló una fuente de la investigación que expresó que una de las imputaciones puntualiza que se utilizaba la “cura de sueño” para mantenerlos coercionados. En esa charla, aparece la voz de Alicia “La Doqui” Arata, titular del presunto centro médico. Según la investigación, la mujer hablaba sobre otra fiel “discípula” de Percowicz: Marcela Sorkin, alias “La Leona”.

“Me dijo: ‘Hablé con Juan, le conté todo lo que me pasa’. Ella me decía principio y yo le completaba la frase porque hace años que trabajamos juntas y conozco, pero...”, contó la “Doqui” a su interlocutora. Y siguió: “Me dijo ‘volví a llamar hoy a Romero y le expliqué, pero no quiero que él me deje estúpida. No quiero que se me desconecte el cerebro, pero mi cuerpo me está estallando. Siento que me voy a volver loca’”. “Bueno, son un montón de cosas, cómo le hablas a este pibe de ‘yoes’. Juan me pidió que le expliques vos a Romero. Yo ya le expliqué, pero no puedo...”, cerró.

“Los yoes bajos” eran parte de la jerga de la organización. Así les llamaban a los impulsos de aquellos que comenzaban a cuestionar a los mandamientos de la Escuela de Yoga de Buenos Aires. “El Maestro” los obligaba, entonces, a “trabajarlos”. Era el caso “La Leona”, que no quería someterse a la cura y las dos mujeres querían evitarlo, aunque nadie se atrevía a cuestionar al líder. Este audio “prueba que los mismos integrantes de la organización sabían que el ‘tratamiento´ podía traer problemas cognitivos”, indicaron fuentes del caso a TN.

“Esto ocurrió, incluso, con uno de sus miembros que terminó como empleada doméstica, sometida a la servidumbre y maltratada”, detallaron. De acuerdo con la investigación, Romero y Navas cobraban para hacer las recetas a personas que no necesitaban la medicación. Otro caso comprobado es el de una víctima que fue “traída de Estados Unidos para ser puesta en tratamiento y, al finalizar el mismo, ser nuevamente enviada a ese país”, agregaron.

Los detectives trabajan ahora en determinar el número de “pacientes” tratados en la clínica, sus identidades, el estado de salud en el que se encuentran y, si fallecieron, quién firmó los certificados de defunción. Al mismo tiempo, explicaron el delicado estado de la situación. “La mayoría de estas personas no se ven como víctimas de ningún delito ni visibilizan a la Escuela como una organización criminal. Por esa razón, se intenta visibilizar algunas situaciones como el dinero secuestrado y algunos audios”. Aquellas personas que fueron encontradas en las charlas de café celebradas en el edificio de Estado de Israel, son contenidas por el Programa Nacional de Rescate del Ministerio de Seguridad de la Nación. “No hay que olvidar que todo esto para ellos es un shock”, agregaron.

 

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8. Ex diputada señalada de haber presionado al juez para defender a la secta lo desmiente.

FUENTE: Perfil

 

 

Mariano Bergés, el juez que tuvo en sus manos una causa contra la Escuela de Yoga de Buenos Aires en los años '90, protagonizó un raid mediático en las últimas semanas y acusó, con nombre y apellido, a todos aquellos que lo presionaron en defensa de la organización liderada por Juan Percowicz. Según explica la periodista Giselle Leclercq en Perfil, una de las mencionadas fue Marcela Durrieu, la suegra de Sergio Massa, que por aquellos años era diputada provincial. “Había un grupo de mujeres que decían estar a favor de la libertad sexual y lo único que hice fue acercarlas a un legislador de la comisión que trataba el tema para que las escuche”, explicó en diálogo con la revista Noticias.

La primera vez que Bergés mencionó a Durrieu fue en una entrevista con Clarín y luego continuó con las mismas declaraciones en las sucesivas notas que otorgó. El ex magistrado habló sobre las presiones que recibió por parte del poder y, ante la consulta por “aprietes”, respondió: “Bueno sí, apretaban, eran Carlos Soria, el papá del actual ministro de Justicia; Nicolás Becerra, que luego sería Procurador y una diputada, Marcela Durrieu. Y ella me preguntaba cómo era posible corromper a personas mayores de edad. Yo tenía que dar una explicación que no había que darla, pero bueno...”.

Durrieu desmintió de manera categórica la acusación de Bergés y dio su versión de los hechos: “En ese momento había unas chicas circulando por el Congreso que decían que el juez las acusaba, básicamente, por prostitución. Lo único que hice fue acercarme a la comisión en la que se estaba tratando el tema para pedirle a los diputados que atendieran el reclamo de este grupo como el de cualquier otro ciudadano. Es algo que se hace habitualmente en la Cámara. Después no tuve nada que ver con el tema”, sostuvo.

La ex diputada supone que el grupo se acercó a hablar con ella porque en aquel momento era una de las pocas mujeres en el Congreso. “Yo militaba los temas de las mujeres y me limité a decirle a los diputados de la comisión: 'Miren, estas chicas quieren venir a decir que Bergés las persigue por promiscuidad'. Ellas decían estar a favor de la libertad sexual”, agregó Durrieu y subrayó: “Lo único que pedí es que las escucharan y escuchar a alguien no significa estar ni a favor ni en contra”.

Con respecto a la supuesta pregunta sobre era posible corromper a mayores de edad, Durrieu remarcó: “Eran mujeres que nos decían que ellas estaban ahí por voluntad propia. Y efectivamente, como no soy abogada y en defensa de la condición de mujer, yo le pregunté a Bergés si era un delito tener relaciones múltiples con mujeres adultas o si había casos de niños, de trata o de prostitución forzada. Si eso es defender una secta, yo soy china”.

Para terminar, Durrieu aseguró: “(Bergés) Era un tipo bastante misógino y creo que le molestó que una mujer le preguntara algo. Éramos muy pocas mujeres en aquel entonces, ¿y qué podías hacer si eras diputada y venía un grupo de mujeres a decirte que un juez ponía énfasis en que tenían sexo entre muchos? Él hablaba mucho más de eso que de la existencia de delitos. Lo único que hice fue pedir que las escucharan. Punto”.

 

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9. El relato de la detención del líder de la Escuela de Yoga de Buenos Aires.

FUENTE: Infobae

 

 

El viernes 12 de agosto por la tarde, la división de Trata de Personas de la Policía Federal ingresó en la mansión de Juan Percowicz, maestro máximo y líder fundador de la Escuela de Yoga de Buenos Aires, ubicada en el lote 4 del country Santa Clara de Tigre. Lo habían investigado durante meses, seguido en la calle con filmaciones de inteligencia desde asientos traseros de autos para definir al círculo íntimo que lo rodeaba, tal como relata Federico Fahsbender en Infobae.

Al entrar en la casa, los policías atravesaron las palmeras de la entrada, llegaron a la amplia pileta en el fondo. También notaron la camioneta estacionada en la entrada, una Ford Bronco Sport Wildtrack negra, sin una raya en su pintura, valuada en más de diez millones de pesos. Percowicz era su dueño en un 50 por ciento. La copropietaria de la Ford Bronco estaba dentro junto al líder, la abogada Susana Barneix. Mientras, la Federal revisaba todo lo que se le cruzaba. Desatornillaron la reja de su chimenea, revolvieron los cajones de su amplio vestidor. Había casi un millón de pesos en efectivo, 30 medallas de plata. También un tigre de peluche, un poco desgastado.

Barneix se sentó junto a Percowicz mientras le leían la imputación en su contra, con cara de fastidio. Pero Percowicz, de 84 años, emanaba paz. Miraba al tigre de peluche sobre la mesa mientras un detective le leía la hoja del día, un jubilado frágil sentado sobre un imperio horrible. Después, se los llevaron detenidos a todos.

Durante más de 30 años, la Escuela de Yoga de Buenos Aires esquivó a la Justicia para crear una red de trata de personas y lavado de dinero, según la imputación en su contra a cargo del juez Ariel Lijo y los fiscales Carlos Stornelli y Alejandra Mangano, un culto al sexo donde se vendía una falsa salvación y discípulas jóvenes eran prostituidas a hombres ricos, otros eran forzados a aportar miles de dólares en sus “sobres” a la organización, o desvalijados más allá de la tumba. Marcelo Guerra Percowicz, hijo adoptivo de Juan, era el heredero aparente, el segundo en la línea de mando: hoy está prófugo de la Justicia.

Una escuela de coaching ontológico, con oficinas en Villa Crespo y un discurso similar al de Generación Zoe, funcionaba como anzuelo de captación. Allí, guardaban un archivo de videos de cine porno sadomasoquista de fines de los 80, títulos bizarros como “Su Última Vuelta en Pony”. Había cosas peores. Tenían una clínica trucha, CMI Abasto, donde vendían presuntos tratamientos contra la adicción a las drogas, además de medicina integral. Para la Justicia, CMI Abasto era un agujero de torturas, empleado para dormir con “curas de sueño” a miembros rebeldes durante días.

Y después, siempre según la acusación en su contra, fugaban el dinero a Estados Unidos, con filiales en New York, Chicago, Las Vegas y más de una decena de miembros. Los dólares de las víctimas se convertían en ladrillos americanos, de acuerdo a documentos de la causa del juez Lijo, oficinas en Las Vegas o edificios enteros.

El círculo que rodeaba al jefe en su caída es clave en la trama. Barneix, señalada en el “nivel 7 formal” del organigrama del culto junto a Percowicz hijo, está acusada de ser la cabeza del comando jurídico y contable de la Escuela, que montaba supuestos trucos para quedarse con bienes de sus víctimas luego de sus muertes, su estudio en la calle Paraguay fue allanado también. A mediados de los años 90, fue acusada de fraguar una deuda de más de 60.000 dólares de una mujer muerta vinculada al grupo.

La deuda estaba asociada al edificio de la calle Estado de Israel que controlaba la Escuela, una suerte de internado donde vivían varios de sus jerarcas. El administrador del edificio en esa vieja causa era Percowicz junior. En Santa Clara, junto a Barneix, estaba Ruth Viviana London, registrada como docente en la AFIP, otra supuesta miembro jerárquica. A pocos metros del tigre se ubicaba Daniel Gustavo Fryd Trepat. Su rol sería doble. Funcionaba como jefe de seguridad del líder y el remisero de las mujeres prostituidas.

Es irónico: en la calle Estado de Israel fue arrestada Susana Mendelievich, alias “Mendy”, señalada como una de las presuntas regentes dentro del esquema de trata, la madama mística. En una escucha en la causa, conversa libremente con Percowicz padre, al que trata de “papi” y de gestor de milagros de abundancia. “Mendy” recuerda sus orígenes humildes, el líder también, rememora al ver un viejo video cómo sus entonces seguidores tenían ropa mucho más modesta. Ahora, se reía “Mendy”, “vivían como millonarios”.

Hoy, la casa de Santa Clara, la Ford Bronco y todas las propiedades y cuentas del grupo fueron embargadas y congeladas por orden del juez Lijo. Dentro de la casa en Santa Clara se organizaban “encuentros personales”, audiencias con el líder. Dentro del mismo country, de acuerdo con datos de la investigación, el grupo buscaba comprar otra casa, en un sector todavía más exclusivo: un audio del expediente lo menciona, en una charla entre un devoto y Percowicz, que detalla también una posible compra en Las Vegas.

Todos los detenidos en la redada del viernes 12 se negaron a declarar. Sin embargo, durante la mañana del 24 de agosto, algo podía quebrarse en el expediente investigado por el secretario Martín Canero. J.N, un médico de 71 años, fue detenido en la mañana del día 22. Sería indagado en las próximas horas, confirman fuentes judiciales. Se lo señala como uno de los responsables de la clínica CMI Abasto, pero no parece ser un orgánico de la secta, un adorador de los pies del maestro. Cuando se lo llevaron en su departamento en Agronomía, dijo que dejó al grupo porque le pedían recetar medicación sin control, un testimonio sin validez alguna. Lo que diga en Comodoro Py puede ser interesante.

 

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10. Los detenidos de la secta de Villa Crespo, “preparados para resistir” en la cárcel.

FUENTE: La Nación

 

 

Hasta el momento (el pasado 28 de agosto, cuando fue publicado este reportaje en el diario La Nación), los detenidos por las presuntas actividades coercitivas de una organización que desde hace décadas funciona bajo la fachada de la Escuela de Yoga de Buenos Aires (EYBA) son 20: 11 hombres y 9 mujeres. Ellos estuvieron presos en la Alcaidía de la Superintendencia Federal de Investigaciones de la Policía Federal, en Madariaga y General Paz, cerca del Autódromo, en el barrio porteño de Villa Riachuelo. Ellas, en cambio, estuvieron alojadas en las instalaciones del Cuerpo de Policía Montada, en Cavia al 3300, detrás del shopping Paseo Alcorta, en Palermo chico. Desde el 22 de agosto están en la U28 del Servicio Penitenciario Federal, las celdas del Centro de Detención Judicial que funciona en el Palacio de Tribunales de la calle Talcahuano.

Hasta ahora, de ellos sólo se sabe que todos se negaron a declarar ante el juez federal Ariel Lijo, que junto a los fiscales Carlos Stornelli, Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, los acusa de integrar una asociación ilícita que se enriquecía sometiendo a sus “alumnos” y “alumnas” a situaciones de trata –incluida la explotación sexual y el ofrecimiento de mujeres a personas poderosas con el fin de lograr tanto ingresos como protección–, separándolos de sus afectos y desapoderándolos de sus bienes, y lavando esos activos con inversiones en el país y en el extranjero, a través de apéndices en los Estados Unidos, donde el grupo planeaba expandir y asentar sus actividades.

Según pudo saber La Nación, la primera semana estuvieron separados entre sí, y recibieron la visita de una abogada del estudio de Federico Bossi, el letrado que los acompañó en las indagatorias del lunes 15 de este mes y que esta semana renunció a la representación legal del grupo alegando “motivos personales”. Días antes, Pablo Salum, que cuando era niño entró a la EYBA con su madre y sus dos hermanos mayores, y que logró escapar de allí cuando tenía 14 años, luego de ver y experimentar lo que él mismo definió como “situaciones horrorosas”, confrontó con Bossi: afirmó que la madre del letrado había sido la arquitecta legal del grupo y dijo que, incluso, lo conocía desde la adolescencia y habían jugado junto al cuarto oscuro en su casa.

En todo ese tiempo se mantuvieron en silencio –no hicieron manifestaciones ni proclamas– y no se contactaron entre sí. Tampoco pidieron asistencia médica o psicológica, algo habitual en casos de personas mayores adultas (como las de este caso, en las que algunos son de edad avanzada, como el líder del grupo, Juan Percowicz, que tiene 84 años y se moviliza en silla de ruedas o con bastón) que sufren de estrés por el encierro o necesitan proseguir tratamientos clínicos.

Un investigador del caso sostuvo que todos parecen como “preparados para resistir” este trance, como si se hubieran alistado para soportar la posibilidad del encierro y no quebrarse ni confesar. “Pienso que ya tenían un libreto que les imponía que se tenían que callar. Ni siquiera pidieron médico. En uno de los lugares allanados se secuestró una anotación en la que referían que los miembros de la secta tenían su mente en un estado superior y eran capaces de soportar torturas y dolores”, dijo a La Nación ese colaborador de la Justicia. “Es como si esto fuera un trance que tenían que vivir, y que están preparados para sobrellevarlo. Como si el sufrimiento también fuera parte de integrar esta secta. Es muy probable que estén pensando que van a quedar libres en breve”, agregó.

Destacaron que, a diferencia de lo que ocurrió en 1993, cuando el entonces juez Mariano Bergés encarceló a prácticamente los mismos sospechosos por actividades virtualmente idénticas (aunque bajo otros cargos, como reducción a la servidumbre y corrupción de mayores, ya que en ese momento aún no se había aprobado la actual ley de trata de personas), grupos de seguidores de Percowicz organizaron a diario manifestaciones frente a los Tribunales de Talcahuano. “Parecían macumbas”, recordó recientemente el propio Bergés.

De fines de la década del 90 también data una “lista negra” que había confeccionado la organización. “Muerte y destrucción a nuestros enemigos”, era el encabezado de ese listado que incluía los nombres de jueces y fiscales vinculados a la investigación, los de familiares de “alumnos” de la EYBA que los habían denunciado e, incluso, el de la diva de la TV Mirtha Legrand, que había invitado a uno de sus almuerzos a una periodista que se había “infiltrado” en la organización y escribió un libro en el que reveló la protección política que Percowicz y sus inmediatos colaboradores habían obtenido de figuras del menemismo, del arco de las organizaciones de derechos humanos e, incluso, de congresistas norteamericanos de los tiempos de la presidencia de Bill Clinton.

Los medicamentos y la sombra de la DEA

Por esto último, según pudo saber La Nación, los miembros de la presunta secta también son investigados por la DEA, la agencia antidrogas norteamericana, preocupada por la posible instalación, en una ciudad del interior de los Estados Unidos, de una institución para la “cura de sueño” que la EYBA ofrecía, aquí en Buenos Aires, en el Centro Médico Integral Abasto, de la calle Guardia Vieja, cuyo directo médico –Jorge Navas– fue el último que cayó en las redes de la Justicia, arrestado cuando salía de su casa en Terrada al 5100. en Villa Pueyrredón.

En la causa todavía hay cuatro prófugos, que estarían, precisamente, en los Estados Unidos. Se trata de Beatriz Bugari, Gabriel Sorkin, Pablo Román Sinigaglia y Verónica Iácono, la cantante lírica que participó del concierto que el tenor español Plácido Domingo dio en el Campo Argentino de Polo en febrero de 1996, y que sería una de las sospechosas tras la cual está la DEA. “Inaceptable el bajo nivel compositivo e interpretativo del dúo de soprano y tenor de Cartas marcadas, de Kraus, Mendelievich y González, que Plácido Domingo –en gesto de bonanza y deseo de alentar– cantó junto a la principiante Verónica Loiácono”, reza la crónica del evento publicada por La Nación.

Los autores de la obra señalados son Mariano Krauz (que fue oboísta de la orquesta estable del Teatro Colón), el violinista Rubén González (ya fallecido) y Susana Mendelievich, o “Mendy”, señalada en esta investigación como una de las encargadas del “geishado”, como llamaban en la EYBA a las “actividades sexuales” a las que instaban a sus “alumnas” –y, en ocasiones, a “alumnos”–, ofrecidas a empresarios y a políticos en “El Museo”, y, en ocasiones, trasladadas con los mismos fines a los Estados Unidos y a Uruguay como si se tratara de un “harén”.

El viernes 12 de agosto pasado a la noche fueron detenidos en el aeropuerto de Ezeiza Federico David Sisrro, Horacio Vesce y Marcela Alejandra Sorkin, alias “La Leona”, una de las principales laderas de Percowicz. Además de miles de dólares y otros elementos de interés para la causa, a ellos les secuestraron 300 blísteres con pastillas, medicamentos presumiblemente utilizados en las “curas de sueño” que se hacían en el CMI Abasto, tanto para que los pacientes llegaran al “bienestar” y encontraran el “camino de la felicidad” como para doblegar a aquellos “alumnos” que no se plegaran a los designios de Percowicz y de los “apóstoles” de la organización.

Como muestra de los objetivos de estas “curas de sueño” y de cómo los tentáculos de la EYBA llegaban a los Estados Unidos, en Facebook todavía aparece un posteo de hace 12 años, de la cuenta Conversations with Camila. Uno de esos posteos relaciona al CMI con una empresa inscripta aquel país y da una pista de lo que se ofrecía: “Kim es la fundadora y presidenta de Avanti Wellness LLC. El enfoque de este negocio es brindar asistencia para conectar a pacientes de América del Norte, Italia, Australia y el Reino Unido a CMI Abasto en Buenos Aires, Argentina. La pasión de Kim por ayudar a los demás ha llevado a su intención y enfoque a ayudar a personas de todos los espectros económicos y médicos a ver las oportunidades en CMI Abasto. Aquí los pacientes pueden lograr las herramientas necesarias para avanzar en toda su mente, cuerpo y alma”.

El flyer presenta en inglés al CMI Abasto como Traditional medicine plus practical philosophy: the formula of good living: medicina tradicional más filosofía práctica, la fórmula del buen vivir. Cuando, la semana pasada, el abogado Bossi descartó que la EYBA fuese una secta, explicó que en el edificio de la avenida Estado de Israel 4457 solo se reunía “un grupo de gente a estudiar filosofía”. Pasan los años, el argumento es el mismo.

 

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La RIES es una red de expertos y estudiosos católicos sobre el fenómeno sectario y la nueva religiosidad, presentes en España y Latinoamérica, y abarcando las zonas lusoparlantes. Pretende ofrecer, también con este boletín informativo, un servicio a la Iglesia y a toda la sociedad. La RIES no se responsabiliza de las noticias procedentes de otras fuentes, que se citan en el momento debido. La RIES autoriza la reproducción de este material, citando su procedencia.