Familia

 

Armando Matteo: “El drama de que los adultos sean hoy 'peterpanes' es que no ayudan a crecer a sus hijos”

 

El secretario de la Sección Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe es autor del conocido libro “Convertir a Peter Pan”

 

 

 

24/03/23 | F. J. A.


 

 

 

  1. “Adultos que no quieren serlo”
  2. Los niños necesitan adultos
  3. Gran Hermano o la Isla de los Famosos
  4. Un pastoral “obsoleta” de la Iglesia
  5. Espacios para que los peterpanes mediten

 

 

 


Armando Matteo.

 

 

 

La Facultad de Teología de la Universidad Católica de Valencia (UCV) celebró recientemente el primer Congreso de Buenas Prácticas en Parroquias. Entre los participantes en el mismo estuvo Armando Matteo (Catanzaro, Italia, 1970), secretario de la Sección Doctrinal de la Congregación para la Doctrina de la Fe, profesor de la Pontificia Universidad Urbaniana de Roma y autor del conocido libro sobre nuevas pastorales ‘Convertir a Peter Pan’.

En opinión de Matteo, “el drama de que los adultos de hoy sean 'peterpanes' es que no ayudan a crecer a sus hijos”.

 

“Adultos que no quieren serlo”

“La idea del niño que no quiere crecer es muy eficaz para describir al sujeto contemporáneo medio de Occidente. Hablo de los hombres y mujeres de 40, 50 y 60 años, que viven con una gran sensación de libertad, potencia y disfrute, sin los tabús tradicionales, con vidas longevas y una cierta riqueza económica, a pesar de las crisis. En Occidente, vivir con hambre es algo largo tiempo olvidado, por ejemplo; hoy nuestro problema es la obesidad”, explicó Matteo.

Ese nuevo modelo de vida adulta es para el profesor de la Urbaniana la raíz de la “sociedad de la juventud” actual: Creemos que la vida es pasárselo bien y esa concepción hace que se dejen de lado otros aspectos de la existencia humana, como la responsabilidad, la dedicación y los cuidados a otros, o la generatividad. El resultado son unos adultos que no quieren serlo; su deseo es seguir viviendo sin convertirse en personas maduras”.

 

Los niños necesitan adultos

“Los niños necesitan adultos a su lado, personas que les transmitan valores. Los peterpanes no pueden hacerlo porque no los tienen: ellos quieren vivir con total libertad, sin ataduras, cambiando constantemente. Sin figuras de referencia, se crea un vacío enorme en los niños y los jóvenes. El adolescente, por ejemplo, necesita el encuentro y el desencuentro con el adulto; precisa de un intermediario en su contacto con la realidad. Si esto no sucede, ese joven no conseguirá crecer. Por eso, una sociedad dominada por peterpanes es una sociedad que no educa, subrayó Matteo.

Ese tipo de sociedad es producto de algo que el papa Francisco llama «cambio de época», según indica el escritor italiano: “Los nacidos en Occidente después de 1946 habitan el mundo de una manera completamente nueva, surgida a causa de unas décadas marcadas por la revolución tecnológica, por las revoluciones culturales, por el desarrollo de la medicina, por el bienestar económico y, sobre todo, por la llegada de lo digital”.

 

Gran Hermano o la Isla de los Famosos

Según Matteo, mantener en el tiempo “la necesidad de disfrute constante, de no pensar en nada”, crea un “hábito” y de éste surge “un problema serio, pues si tú no piensas, alguien va a pensar por ti.

En ese sentido, “el gesto más hermoso, casi herético frente a la cultura dominante, es hacer pensar”, aseveró el autor italiano: Necesitamos pensar. El entretenimiento es bueno en su justa medida; lo estúpido nunca lo es. Los creadores de programas televisivos como Gran Hermano o la Isla de los Famosos dicen que los hacen para que la gente no piense demasiado y no se acuerde de sus problemas. Pero, en realidad, vaciar nuestro de cerebro del pensamiento y de la reflexión es peligrosísimo”.

En ese sentido, Matteo considera a las universidades un lugar “salvífico” para los jóvenes, “porque les ayuda a ejercitar todo aquello que la sociedad actual querría evitar: su raciocinio. El espíritu universitario es el de ir hasta el fondo de las cosas, reconocer los engaños y hacerse la pregunta más bella que existe: ¿qué me hace realmente feliz?.

 

Un pastoral “obsoleta” de la Iglesia

Respecto de la tarea evangelizadora de la Iglesia, “las comunidades eclesiales actuales no interesan a los adultos de hoy en día”, en opinión de Matteo: “Nuestra Iglesia, nuestro cristianismo e, incluso, nuestras parroquias, están pensadas para los padres de los peterpanes, que tenían otros problemas: las guerras, el hambre, las enfermedades…”

“De esa sociedad nació un cristianismo para ayudar y animar a los hombres y a las mujeres que la componían. Pero no sirve para los adultos inmaduros de hoy, que quieren vivir la vida divirtiéndose. Hay una mentalidad pastoral con la que llevamos unos seis o siete siglos que ha quedado obsoleta y debemos cambiarla”.

 

Espacios para que los peterpanes mediten

“Necesitamos un cristianismo que también dé ocasión a los adultos de pararse, reflexionar y abrirse a perspectivas que no han contemplado. Es decir, a la paternidad, a la educación de los hijos; a entender los problemas que causa su modo de vida en los más jóvenes. La Iglesia debe transformar sus lugares de encuentro en espacios donde los peterpanes puedan meditar sobre lo que les está pasando. Son cosas sencillas: ofrecer la posibilidad de rezar, de leer y reflexionar sobre el Evangelio, y de pensar qué hace realmente feliz al ser humano”, apuntó.

De igual modo, Matteo subraya que los cristianos deben ser “optimistas desde el realismo”; el cambio de época descrito por el papa no puede sumirles en el “temor” acerca del futuro de la Iglesia: “El propio Jesús dijo a sus discípulos en la Última Cena, y nos los dice a nosotros, que si seguimos unidos a él y llevamos su amor a todos los hombres haremos cosas incluso más grandes de las que él hizo. Si estas palabras no nos dan esperanza, no sé dónde la vamos a encontrar”.

 

 


"Convertir al Peter Pan".