España, presidenta

 

 

19/05/2023 | por Grupo Areópago


 

 

 

 

 

Entre el 1 de julio y el 31 de diciembre de 2023 España ejercerá por quinta vez la presidencia del Consejo de la Unión Europea. Durante un semestre el Estado que ejerza la presidencia de la UE impulsará los trabajos del Consejo referentes a la legislación de la UE y además presidirá todas las sesiones en todos los niveles del Consejo. Durante el primer semestre de 2023, Suecia ha sido el país que ostenta la presidencia.

Aunque parece que los trabajos de los países miembros de la Unión Europea y lo que se decide en las instituciones europeas no tienen importancia ni relevancia en el día a día de los ciudadanos  la realidad es que nos afectan mucho las decisiones tomadas por los países miembros;  los acontecimientos de los últimos años como la pandemia o la guerra en Ucrania  han demostrado que son numerosos y relevantes los temas que inciden directamente en nuestras vidas;  por esto es importante conocer qué prioridades son las que determinan las acciones de los países europeos, y en este caso de la presidencia del Consejo de la UE. Temas como la seguridad, la unidad, la competitividad, la transición ecológica y energética; y los valores democráticos, así como el apoyo económico y militar a Ucrania han sido los prioritarios para la presidencia sueca.

Durante estos días España está en plena convocatoria de elecciones y los políticos y candidatos están centrados en las campañas electorales y en la captación del votos. Todo se ha paralizado, todo será para después del verano. Lo importante y lo menos importante. Pero una vez finalizadas las elecciones autonómicas y locales comenzará  un periodo significativo para España a nivel europeo, hasta que de nuevo estemos en elecciones, las nacionales. Nuestro país fijará los objetivos y un programa común con los principales temas que abordará a lo largo del segundo semestre de 2023 con incidencia en todos los países miembros y en el mundo, y ojalá se trabaje en el bien común, en la defensa de la vida y la reducción de las desigualdades.

Los medios de comunicación ya nos informan de los trabajos y reuniones preparatorias que se están llevando a cabo en el marco de la próxima presidencia española, pero sin embargo todavía no se conoce oficialmente el programa completo con las líneas prioritarias; aunque recientemente se ha publicado que “la seguridad alimentaria y la incidencia de la guerra de Ucrania, así como las consecuencias de la sequía en la evolución de los mercados agrarios, forman parte de las prioridades del semestre español”. Son muchos los desafíos a los que se enfrenta la próxima presidencia de España; como la inflación disparatada, el precio imposible  de la energía y los carburantes; la sanidad, la sequía, la crisis del agua y el impacto del cambio climático en la sociedad; la lucha contra la desigualdad y el desempleo, etc… Estos son algunos de los problemas que exigen  una reflexión y una solución rápida, como el fin de la guerra en Ucrania. Retos que implican tomas de decisiones que conllevan consecuencias y riesgos para todos; retos que necesitan respuestas pensando en el bien común, en la defensa de la vida y en el mantenimiento de los valores morales y democráticos de la sociedad así como la lucha contra la desinformación dejando a un lado el relativismo y el materialismo que se está imponiendo en el s. XXI.

 

 

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