La ciudad se llenó de alegría

 

 

25/05/2023 | por Grupo Areópago


 

 

 

 

 

La última semana de abril el Sr. Arzobispo dio comienzo la visita pastoral al arciprestazgo de Villacañas. Los días 28 y 29 los pasó en la parroquia que lleva tal nombre.

A grandes rasgos le aguardaba una agenda apretada. Visita a Colegios, Institutos, Ayuntamiento, Centro Ocupacional, niños de catequesis, catequistas, Hermandades, Grupo de jóvenes, novenas al Cristo de la Viga, comuniones a enfermos, encuentro con voluntarios al servicio de la caridad, con las dos Congregaciones Religiosas sitas en la parroquia, grupos apostólicos y de formación, entrevistas personales y eucaristía.

Lo sorprendente no es lo que se hizo, ni cuanta gente hubo, ni si se planteó un proyecto eficaz. Nada de eso. Lo sorprendente es el tono de alegría serena y cordialidad sincera entre los que participamos. En el fondo fue un compartir  que queremos vivir y estamos viviendo: el amor de Jesús que mueve a servir al prójimo. Don Francisco lo anunció en las primeras vísperas: “la Iglesia evangeliza diciendo que Dios te ama”. Y la Iglesia en Villacañas lo dice y lo procura hacer, en medio de mil dificultades, limitaciones y errores. Pero refrescar ese tesoro del amor de Jesús, que él mismo ha dejado en la comunidad de sus seguidores, da sentido al ser y obrar de la Iglesia.

Nuestro tiempo está marcado por el eficientismo de la técnica: todo pensado, medido y consumido. Y esta huella está configurando incluso el modo de relacionarse las personas. Pero ningún programa puede producir la venida de Dios a la vida del hombre concreto. Esta iniciativa la tomó Jesús de Nazaret por pura benevolencia, e introdujo el Reino de Dios en la historia concreta de hombres muy concretos.

En Villacañas muchos cristianos y no cristianos están comentando la alegría de esta visita tan… personal. Exponer y escuchar, hacer memoria, proponer y apoyar. Vivir. Vivir cristianamente en la Iglesia de Jesús.

Y como sucedió hace dos mil años en una ciudad de Samaría, tras la predicación del diácono Felipe, “el pueblo de Villacañas se llenó de alegría”.

 

 

GRUPO AREÓPAGO