DIÓCESIS
El arzobispo de Sevilla celebra sus 40 años de ordenación sacerdotal: "Siento temor y temblor ante el misterio de la transubstanciación"
José Ángel Saiz Meneses escribe una carta dominical para conmemorar su aniversario en la que pide oraciones por las vocaciones sacerdotales
14/07/24
- Un emotivo vídeo
- Llamado a una gran intimidad con el Señor
- Orar por las vocaciones sacerdotales
- El misterio de la transubstanciación
- Destinos de Saiz Meneses
José Ángel Saiz Meneses, arzobispo de Sevilla.
El arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, celebra hoy 15 de julio su 40 aniversario de su ordenación sacerdotal. Con tal motivo ha escrito una carta dominical titulada "A los 40 años de mi ordenación sacerdotal". Además, el pasado jueves, celebró en la catedral de Sevilla una misa muy especial para dar gracias a Dios por estas cuatro décadas de servicio a la Iglesia y la sociedad en diferentes cargos y responsabilidades.
En la eucaristía, se estrenó un repertorio musical dedicado al arzobispo, obra del compositor Fernando Aguilá.
Un emotivo vídeo
"Al cumplirse el 40º Aniversario de mi Ordenación Sacerdotal, el Cabildo Catedral de Sevilla me ha obsequiado con este precioso vídeo, que contiene imágenes de los últimos años. ¡MUCHAS GRACIAS!", dice emocionado Saiz Meneses en su perfil de X.
Al cumplirse el 40º Aniversario de mi Ordenación Sacerdotal, el #Cabildo #Catedral de #Sevilla me ha obsequiado con este precioso vídeo, que contiene imágenes de los últimos años. ¡MUCHAS GRACIAS! pic.twitter.com/ekzycMnaaF
— José Ángel Saiz Meneses (@ArzobispoSaiz) July 13, 2024
Llamado a una gran intimidad con el Señor
En su carta dominical por sus 40 años de sacerdocio, el arzobispo de Sevilla afirma: "Después de cuatro décadas, las palabras del Salmo 15 son las que mejor expresan mis sentimientos: «El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano: me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad.» ¿Cuál es el sentido de estas bellas palabras? No es otro que estar llamado a una gran intimidad con el Señor, de la que brota una espiritualidad específica, y entraña, a su vez, una profunda gratitud".
Además, explica que "la fuerza del ministerio sacerdotal radica en la fidelidad del Señor, que dura por siempre, y en este convencimiento hallamos la fuerza moral para ser fieles a nuestro sacerdocio".
Orar por las vocaciones sacerdotales
También invita a dar gracias a Dios por "el don que de él recibí, y a que oréis por mí, por los sacerdotes y por las vocaciones sacerdotales; os invito también a dar gracias a nuestros sacerdotes por su trabajo pastoral, su entrega generosa, su fidelidad incondicional y la alegría con que viven su ministerio".
En esta línea celebra la próxima beatificación del venerable José Torres Padilla, "un gran ejemplo sacerdotal, miembro de nuestro presbiterio, canónigo de nuestra Catedral".
El misterio de la transubstanciación
Saiz Meneses expresa que en el momento de su ordenación sacerdotal, el Señor le introdujo "en el círculo de aquellos amigos a los que después de instituir la Eucaristía les dijo: “Haced esto en memoria mía” (1Cor 11, 24); aquellos a los que después de resucitado se apareció y dijo: “A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 23). Os aseguro que cada vez que medito el misterio de la transubstanciación y el misterio del perdón de los pecados, no puedo menos que sentir temor y temblor, como los profetas cuando recibían la llamada del Señor, por la desproporción entre mi pobre persona y el don recibido".
Destinos de Saiz Meneses
El 15 de julio de 1984, el cardenal Marcelo González ordenó sacerdote a un conquense de Sisante que con el paso de los años sería nombrado arzobispo de Sevilla. El primer destino pastoral de don José Ángel fue la parroquia toledana de Los Alares y Anchuras de los Montes. Toledo y Barcelona fueron las diócesis en las que monseñor Saiz Meneses desarrolló su ministerio sacerdotal, antes de ser ordenado primer obispo de Tarrasa (2004) y más tarde, ser nombrado arzobispo de Sevilla por el papa Francisco el 17 de abril de 2021.
