Diócesis

 

La foto de la solidaridad de la Iglesia: El P. Federico, sus primos, la Hermana Fons, llenos de barro, en Paiporta

 

Don Federico, de 27 años, es uno de los curas diocesanos más jóvenes de Valencia. Su familia vive en Paiporta, el epicentro de la catástrofe

 

 

 

03/11/24 | Marta Santín


 

 

 

  1. Los protagonistas de esta foto
  2. Paiporta, el epicentro de la catástrofe
  3. El P. Salvador, párroco de Paiporta
  4. Sacerdotes, religiosas y jóvenes como voluntarios
  5. Oración a las seis de la mañana
  6. Colecta íntegra para la víctimas

 

 

 


De izquierda a derecha: Carlos Pacheco (25) el P. Federico Ferrando (27),
la Hermana Fons, Gemma Manresa (28),
y detrás con gorra Jorge Monterde y Carlos Lluna (22).

 

 

 

Esta es una de las fotos que se está haciendo más viral en las redes sociales. Un fotón. Ha sido tomada por la Delegación de Medios del arzobispado de Valencia. Una muestra más de tantos voluntarios anónimos que llegan a raudales a las zonas afectadas de Valencia por la DANA para ayudar, limpiar, acompañar, socorrer y alimentar. Y la Iglesia Católica, más presente que nunca.

 

Los protagonistas de esta foto

Los protagonistas de esta foto son hermanos, primos y amigos: De izquierda a derecha, Carlos Pacheco (25) el P. Federico Ferrando (27), la Hermana Fons, Gemma Manresa (28), y detrás con gorra Jorge Monterde y Carlos Lluna (22). Un sacerdote diocesano, tres alumnos de los colegios de Fomento de Valencia, una religiosa de la familia del Verbo Encarnado. La diversidad de la Iglesia unida.

 

 

 


El P. Federico con la Hermana Fons junto a unos chicos voluntarios.

 

 

 

Paiporta, el epicentro de la catástrofe

Don Federico, de 27 años, es uno de los curas diocesanos más jóvenes de Valencia. Es coadjutor de la parroquia de San Pascual Baylón de la capital valenciana. Sus padres y hermana viven en Paiporta, el epicentro de la catástrofe.

"La hermana del padre Federico, con cinco niños, lo ha perdido todo. Vivían en una masía en medio de la huerta. Toda la familia se ha salvado, por los pelos", cuenta a Religión Confidencial la tía del P. Federico.

Los padres del sacerdote están bien, aunque la planta baja de su casa, anegada. Se subieron a la parte de arriba para protegerse de la riada.

El cuñado y el hermano de D. Federico, Bosco, también salvaron la vida a varias personas en plena riada. Al cuñado le pilló una "ola gigantesca" en el coche. En Paiporta no queda absolutamente nada. En Instagram narra su desolación aunque su fe le mantiene con esperanza.

 

 

 

 

 

 

El P. Salvador, párroco de Paiporta

Otro sacerdote que ha sufrido muy de cerca la devastadora tragedia ha sido el P. Salvador, párroco de San Ramón Nonato de Paiporta, en plena zona 0. Ha narrado a Terra Ignota, cómo vivió los primeros momentos de la catástrofe:

"Decidí celebrar la misa cuando comenzó a llover. Pensé que lo que mejor podía hacer era rezar. Cuando terminé la misa el agua estaba por encima de los tobillos. Enseguida subió el agua por las rodillas. Estábamos tres personas en la Eucaristía. Estaba mi madre. Salí de la parroquia para la vivienda, que está al lado y el agua empezó a crecer muy rápido. Cuando abrí la puerta, el agua me empujó contra una pared. Creció el agua hasta los dos metros. El agua estaba desbordada, como el río Amazonas. Unas chicas se quedaron atrapadas en la cornisa de la parroquia. Fui a por ellas y el agua cubría ya los dos metros. Abrí la puerta como pude para salvarlas, si se las llevaba la corriente hubieran fallecidos. Muchas personas que decidieron sacar los coches de los garajes, no se salvaron. Esto es terrible".

 

 

 

 

Sacerdotes, religiosas y jóvenes como voluntarios

Como señala el arzobispado de Valencia, varios grupos de sacerdotes, religiosas y jóvenes procedentes de diferentes localidades de la diócesis se han unido a los voluntarios coordinados por la Generalitat Valenciana a través del centro de voluntariado instalado en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia.

Benetússer, Alfafar, Paiporta y Sedaví son algunas de las localidades que están contando con la colaboración de grupos de juniors organizados para extraer el agua de bajos, comercios y también parroquias anegadas por el agua.

 

 

 


El sacerdote Julio Baños ayudando en tareas de limpieza.

 

 

 

Oración a las seis de la mañana

Algunos de ellos iniciaban la jornada ante la imagen de la Mare de Déu, a las seis de la mañana, para pedirle su protección y amparo para todas la personas que están sufriendo las consecuencias de la DANA.

Por su parte, la Asociación Valenciana PROVIDA, ha abierto sus puertas para recopilar productos de primera necesidad para niños afectados por la catástrofe. Durante el día de ayer los voluntarios han permanecido en su sede de la calle Joaquin Costa 24 de Valencia, recogiendo mantas, leche, potitos, papillas, ropa de abrigo de bebé y productos de aseo para niños.

Por otra parte, están llegando de todas las diócesis numerosos ofrecimientos de colaboración a través de donaciones y de Cáritas Diocesana, tanto de las propias Cáritas de toda España como de los propios ciudadanos y fieles de manera personal.

 

 

 


Jorge, el primo del P. Federico, voluntario en Paiporta.

 

 

 

Colecta íntegra para la víctimas

En un mensaje destinado a todo el clero, el Arzobispado de Valencia ha anunciado que “desde el dolor y la consternación por todo lo vivido en nuestra diócesis, hacemos una llamada a la solidaridad que se exprese en la colecta del Día de la Iglesia diocesana (9 y 10 de noviembre) que será destinada íntegramente a las parroquias afectadas por el temporal”.

Las parroquias valencianas y todos los movimientos de la diócesis siguen colaborando en la ubicación de centros de recogida de ropa, alimentos y artículos de necesidades básicas, mientras que las donaciones económicas directas se ruega que se efectúen a través de Cáritas Valencia.

 

 

 


Voluntarios ayudando en limpieza de parroquias en Albal.