Tribunas
11/07/2025
Atrapados en la red
Alberto García Chavida
Una escena que los pescadores están cansados de ver. Mogollón de peces, boqueando desesperadamente, porque se han quedado atrapados en la red.
Imagen que se repite, de distinta forma, cuando muchos padres observan cómo sus hijos se pasan horas y horas sin más miras que bucear en las tonterías que les procura su móvil. Hace 10 o 15 años, cuando apenas empezaban a entrar al mercado los smartphones el ambiente era optimista. Los adolescentes ahora pasan más tiempo que nunca en las redes (hasta 5 horas, según un informe de Gallup), y muchos padres siguen dejando acceder a estas tecnologías, aunque tal vez no con el mismo entusiasmo.
Un reciente estudio contó con la participación de 1.013 padres estadounidenses que han criado a sus hijos en la era de las redes. El estudio parece indicar que los padres están resignados: solo un 1% de los entrevistados dijo pensar que había tardado mucho en dar un móvil a sus niños. Mientras, el 22% declaró tener la sensación de haberse precipitado en la decisión. Pero no hacen nada, simplemente constatan que sería mejor que no tuvieran móvil, pero como lo tienen todos sus amigos, qué van a hacer ellos.
Pero lo más curioso es que cuando se les preguntó a los jóvenes en 2024 si deseaban que las plataformas digitales con las que crecieron nunca se hubieran creado, muchos dijeron que sí. A pesar de ese reconocimiento, el hecho es que los niños cada vez pasan menos tiempo jugando con sus amigos y más entretenidos con sus dispositivos digitales.
Pero no son solo los niños. Me encuentro habitualmente por la calle con personas mayores tirando a muy mayores que no saben andar, porque van pendientes del pequeño móvil, que apenas controlan, como pollos sin cabeza. Y cuando acudo al gimnasio me encuentro la máquina ocupada, por alguien que lo único que hace es enviar mensajes de watsapp desde su móvil. Sencillamente, patético.