Tribunas

¿Qué se piensa por ahí del Papa León XIV?

 

 

José Francisco Serrano Oceja


Bautismo cristiano en catedral de Riga.

 

 

 

 

Ha sido la Agencia Internacional AFP, el pasado cuatro de julio, quien, de entre las primeras, se ha lanzado a hacer un balance de estos días de pontificado, que no llegan a cien pero que ya se acercan.

El titular era muy significativo: “Terapia de abrazos para promover la unidad y la sanación en la Iglesia y el mundo”.

En lo pasajes centrales del texto leemos calificativos como “prudente”, “metódico” y “atento a la escucha”.

El sucesor de Francisco actúa con cautela, priorizando la tradición y la unidad.

Según las fuentes vaticanas citadas por la agencia se espera que León XIV se mude a los aposentos papales del Palacio Apostólico Vaticano este otoño, tras unas extensas e intensas renovaciones.

En materia política, León ha pronunciado numerosos discursos, pero hasta ahora ha evitado las posiciones que puedan generar polémica. Aún no ha hecho nombramientos importantes. Los está preparando en estos días de descanso en Castel Gandolfo.

La discreción es una de las características de este exmisionero. “Su estilo es sencillo... Tiene una presencia que no se impone”, señaló Roberto Regoli, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. “Con él, más que mirar las apariencias, hay que centrarse en el contenido”, añadió.

Otra fuente utilizada en el servicio de la Agencia, Charles Mercier, profesor de historia contemporánea de la Universidad de Burdeos, afirmó que León parecía más interesado en promover la institución que en sí mismo como persona.

“Francisco tenía un carisma personal que enfatizaba con fuerza a través de su personalidad. León parece querer integrarse en una institución, el papado, que trasciende su propia persona”, declaró el profesor Mercier.

Cuenta además el Papa con el apoyo de la Curia, cuyos miembros, en el reportaje, le califican de “pragmático”, “impresionantemente tranquilo”, “mesurado y metódico”, “reflexivo” y “consciente del equilibrio”. “Es una persona que escucha mucho, que necesita comprender cómo funcionan las cosas antes de tomar decisiones”, explicó a AFP un empleado de un dicasterio.

Otra fuente del interno del Vaticano señaló que “la Curia ha sido sacudida por el papa Francisco, con reformas a veces unilaterales, incluso autoritarias, y a menudo mal recibidas”.

La llegada del Papa León, “quien goza de buena reputación”, según la fuente, “ha supuesto un alivio”. Tenemos la sensación de que las cosas serán más fluidas y menos personales”.

En los pasillos de los palacios apostólicos no olvidan la frase pronunciada por León XIV durante su primer encuentro con la Curia, el 24 de mayo: “Los papas van y vienen, la Curia permanece”.

Sobre cuestiones doctrinales, en las primeras semanas, León XIV ha reafirmado el celibato de los sacerdotes, definió el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer e instó a los obispos a tomar posición contra los abusos sexuales, un escándalo que todavía conmociona a la Iglesia en todo el mundo.

En síntesis, León XIV busca un “reequilibrio simbólico que, sin duda, surge del deseo de unir a la comunidad católica, que bajo el gobierno de Francisco ha dado la impresión de estar polarizada”, dijo el profesor Mercier. Pero, añadió, también podría ser una estrategia “para brindar garantías simbólicas que permitan un progreso sustancial continuo”.

 

 

José Francisco Serrano Oceja