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El arzobispo de Turín desmonta el nuevo ataque a la Sábana Santa: "Se ignora la evidencia científica"
La Iglesia reacciona con firmeza ante el estudio publicado en Archaeometry que afirma que el Sudario de Turín cubrió una escultura medieval y no un cuerpo humano
08/08/25 | Marta Santín
Un reciente estudio ha encendido la polémica al negar que la Sábana Santa de Turín haya cubierto jamás un cuerpo humano. La Iglesia Católica, a través del arzobispo de Turín y de destacadas expertas como Emanuela Marinelli, responde con contundencia, defendiendo las múltiples evidencias científicas que sostienen su autenticidad.
- Especialista en reconstrucciones faciales
- Arzobispo de Turín: "Conclusiones superficiales"
- Marinelli califica el estudio de “truco mediático”
- ¿Qué ignora el nuevo enfoque?
- La ciencia exige rigor interdisciplinar
- Sentido espiritual de la Sábana Santa
Una copia de la Síndone recientemente expuesta en Roma.
Especialista en reconstrucciones faciales
El diseñador brasileño Cicero Moraes, especializado en reconstrucciones faciales, lidera el nuevo estudio publicado en Archaeometry. Usando simulaciones 3D, comparó cómo una tela se comporta al cubrir un cuerpo humano frente a una escultura en bajorrelieve.
Según el artículo, la imagen resultante es mucho más nítida y proporcional cuando se aplica sobre un relieve, en contraste con la distorsión visible al cubrir un cuerpo tridimensional —un fenómeno conocido como "máscara de Agamenón"— lo que sugiere que el sudario podría haber sido elaborado sobre una matriz plana medieval (como madera, piedra o metal).
Arzobispo de Turín: "Conclusiones superficiales"
Antes este nuevo estudio, el arzobispo de Turín, Monseñor Roberto Repole y custodio pontificio de la Síndone, (también conocida como Sábana Santa o Sudario de Turín) expresó su preocupación por lo que consideró “conclusiones superficiales” que no resisten un examen detenido, dijo a Vatican News.
“El debate científico es legítimo y siempre abierto”, declara el arzobispo, “pero no se puede ignorar el conjunto de investigaciones interdisciplinares realizadas durante décadas que sostienen la posibilidad de que la Sábana haya cubierto efectivamente un cuerpo humano, en condiciones muy específicas que no pueden reproducirse fácilmente con técnicas modernas”.
Asimismo, el Centro Internacional de Estudios sobre la Sábana Santa (CISS), bajo cuya tutela técnica opera el custodio, publicó un análisis crítico señalando que los hallazgos sobre la "máscara de Agamenón" y la ortogonalidad de la imagen son conclusiones conocidas desde principios del siglo XX (Vignon y Delage, 1902), y que numerosos estudios físico‑químicos —como los del grupo STuRP en 1978— ya han descartado la formación de la imagen mediante pinturas, contacto con bajorrelieve o calor aplicado sobre una estatua o relieve.
Marinelli califica el estudio de “truco mediático”
Por su parte, Emanuela Marinelli, reconocida estudiosa del Santo Sudario, fue entrevistada por la agencia SIR y afirmó que el estudio publicado en Archaeometry es un “truco mediático sin valor científico”.
Marinelli recuerda que diversas investigaciones han detectado en la Sábana Santa la presencia de sangre humana, restos microscópicos de polen y partículas minerales compatibles con la región de Jerusalén, lo que respaldaría su origen en el contexto de la crucifixión de Jesús. “Reducir todo a un experimento con un maniquí es un insulto al rigor científico”, afirma.
¿Qué ignora el nuevo enfoque?
Marinelli y el CISS señalan que el estudio pasa por alto los robustos datos multidisciplinares acumulados durante décadas: análisis químicos identificaron hemoglobina y bilirrubina en las manchas de sangre, elementos presentes solo cuando se produce una muerte traumática reciente, algo difícilmente replicable en una escultura medieval.
Así mismo, se han hallado indicios biológicos y de polen ligados a la región de Palestina en el siglo I, además de propiedades texturales del tejido —como la urdimbre “espina de pescado”— que refuerzan su vínculo con el contexto antiguo de la crucifixión.
Estos detalles son pasados por alto por los autores del nuevo estudio, que centran su tesis en aspectos meramente visuales y posturales de la figura impresa en la tela.
La ciencia exige rigor interdisciplinar
El nuevo estudio desafía narrativas históricas y científicas consolidadas sobre la Sábana Santa. Sin embargo, desde la Iglesia y el mundo académico especializado se reclama cautela: la ciencia exige rigor interdisciplinar, y no se puede sustituir un análisis físico‑químico riguroso por simulaciones digitales aisladas.
La Iglesia Católica no afirma dogmáticamente que se trate del lienzo que cubrió a Cristo, pero defiende su valor como objeto de veneración y su profundo simbolismo.
Sentido espiritual de la Sábana Santa
El arzobispo de Turín insiste en que los ataques mediáticos no deben eclipsar el sentido espiritual de la Sábana Santa. “Más allá de la polémica científica, este lienzo sigue siendo para millones de personas un símbolo de fe, de dolor redentor y de esperanza”, concluye.
Frente a los titulares llamativos y los estudios provocadores, la Iglesia mantiene una postura de prudencia, pero también de firme defensa de los numerosos datos que avalan la posibilidad de que, efectivamente, la Sábana Santa haya cubierto el cuerpo de Jesús tras su crucifixión.
La Síndone es un lienzo de lino que muestra la imagen de un hombre con heridas que corresponden a las de una crucifixión. Se considera como la mortaja funeraria de Jesucristo y se encuentra custodiada en la Catedral de Turín, Italia.