Tribunas
14/08/2025
Santiago Abascal y el sabio consejo de Franco
José Francisco Serrano Oceja
Quizá a estas alturas haya que recordarle a Santiago Abascal aquello que se dice que el General Francisco Franco le comentó en una audiencia a Camilo Alonso Vega: “Camilo, no te comas a los curas, que la carne de cura se indigesta”.
Ha salido el líder de VOX a señalar públicamente a los obispos y sus aparentes contradicciones no sólo con motivo de lo ocurrido en Jumilla.
Y lo ha hecho con argumentos que si tapamos el nombre del interlocutor en el texto igual se los podemos atribuir a Bolaños como a alguno de sus socios de las confluencias de la izquierda radical.
Lo ha hecho, según pudimos comprobar al día siguiente por los titulares del diario “El Mundo”, alentado por el hecho de que, según este periódico, Vox suma en dos meses 300.000 nuevos votantes católicos con su ofensiva contra los inmigrantes.
Al margen de que la posición católica sobre la inmigración es mucho más matizada de lo que algunos pretenden que sea, si de verdad quiere alguien que el episcopado parezca unido o se presente como tal, no tiene más que azuzar el argumento de la división entre unos sectores y otros sectores.
Nada hay más parecido a un obispo que otro obispo, y nada hay más distinto a un obispo que otro obispo.
No piense nadie que va a salir un obispo a escena a apoyar al líder de VOX. Podrá recibir mensajes privados, pero nada más. Si Abascal está pensando en algún nombre concreto cuando hace declaraciones como éstas, para no esparcir la sospecha, convendría que lo dijera con todos los apellidos.
No parece que es de persona bien informada señalar que los obispos callan ante las cuestiones antropológicas. Ni que están amordazados por el tema de la pederastia siendo este uno de los principales en el pulso entre el Gobierno y la Iglesia.
Tampoco debiera Santiago Abascal salir al trapo, ni sentirse reforzado o confirmado, porque haya habido obispos que se han lanzado contra él en las horas siguientes a sus declaraciones. Convertir lo particular en lo general es una mala táctica.
Está claro que el pasado pontificado puso en valor, dentro de la agenda de la Iglesia, todo lo que significaba la dimensión social del catolicismo. En este sentido, la especial sensibilidad del Papa Francisco por la cuestión migratoria hizo que se creara un clima de opinión del cual beben las declaraciones episcopales. Salvando el núcleo de la obligada perspectiva de la defensa de la dignidad inviolable de la persona, lo que había que plantearse es cuál es el margen de diferencia entre posiciones eclesiales en lo referido a la cuestión migratoria.
Por lo tanto, cualquier utilización de esta cuestión en forma de crítica a la Iglesia genera el efecto del afianzamiento en quien ha experimentado que el contenido de la agenda papal, y su reiteración, ha solventado no pocos problemas prácticos.
El diario El Mundo pretende ofrecer una explicación cuasi causal de por qué el líder de VOX se lanza a la crítica episcopal. Pero lo hace con unas cifras sacadas de una encuesta realizada antes de que se levantara esta polémica que es muy significativa por lo simbólico.
No dudo de que Abascal haya medido el impacto de sus palabras en lo que se denomina el voto a VOX futuro del electorado católico. Lo que no me parece una estrategia eficaz es que, si es verdad que está creciendo el electorado católico de VOX, introduzca un factor que haga más complejo el voto católico a su partido en la medida en que coloca al supuesto electorado católico en la tesitura fáctica de, con la decisión de voto, dar o no la razón a Abascal y, por tanto, replantearse su relación con los obispos, afectiva o de dependencia doctrinal.
Esa estrategia, sin lugar a dudas, tendría un coste a la larga para Abascal.
Además, las declaraciones del líder de VOX se han hecho en un momento en que preside la Conferencia Episcopal monseñor Luis Argüello, que no es precisamente el más mudo de los obispos españoles como se pudo comprobar con la reciente polémica sobre si se deben adelantar las elecciones generales.
Es un obispo que no ha tenido incluso reparos recientemente en sentarse con Abascal en la presentación de un libro.
Da la impresión de que el líder de VOX ha abierto una nueva vía que esperamos termine aquí y no sea de agua. Todos los actos de un líder político o de un partido se hacen con efectos electorales. Lo demás está muy bien, pero es poesía. Sin embargo los obispos hacen las declaraciones a título de inventario doctrinal.
Lo que no debiera olvidar Santiago Abascal es aquel bendito consejo de quien sabía bien lo que pasa por poner en la diana a la Iglesia.
José Francisco Serrano Oceja