Iglesia-Estado
Barcelona inicia la transformación frente a la Sagrada Familia: una gran plaza cambiará su entrada
Las obras arrancan este septiembre y modificarán por completo la fisonomía del acceso principal al templo de Gaudí
13/09/25
El Ayuntamiento de Barcelona ha confirmado el inicio de un ambicioso proyecto urbanístico en torno a la Sagrada Familia. La primera fase comienza este mes, pero lo que más llama la atención es el resultado final que se persigue en una de las zonas más visitadas de la ciudad.
- Una transformación histórica
- Objetivos urbanísticos y sociales
- Impacto en vecinos y comercios
- La Sagrada Familia, motor cultural y turístico
- Un proyecto de largo recorrido
La Sagrada Familia, el monumento más visitado de Barcelona y una de las obras maestras de Antoni Gaudí, afronta un cambio trascendental en su entorno inmediato. A partir del 16 de septiembre de 2025 comenzarán las obras para convertir la entrada principal del templo, situada en la calle Mallorca con la calle Marina, en una gran plaza abierta que transformará la experiencia de vecinos, turistas y fieles.
El proyecto, liderado por el Ayuntamiento de Barcelona, fue presentado en una sesión informativa organizada por la Concejalía de Ecología Urbana. En este encuentro se detalló que las actuaciones forman parte del plan de reurbanización de la calle Marina y que implicarán una remodelación integral del espacio que conecta la Sagrada Familia con el resto del barrio.
Una transformación histórica
La iniciativa busca “dar oxígeno” a un área que actualmente soporta un flujo diario de miles de visitantes y que en muchas ocasiones genera problemas de saturación. La creación de la plaza pretende no solo mejorar la movilidad, sino también dotar de un nuevo carácter cívico y monumental a la entrada principal del templo.
Como dice una nota difundida por el ayuntamiento de Barcelona, Este nuevo proyecto ayuda a resolver un espacio donde se hace difícil la conciliación de usos entre los visitantes en el templo y el vecindario. La intervención crea una doble isla continua, similar a otros espacios singulares de L’Eixample como la Universitat de Barcelona, el Hospital Clínic o La Model, y genera una gran superficie libre que empalma la plaza de Gaudí con las escaleras de acceso al Templo de la Sagrada Família.
Los trabajos arrancarán de manera oficial el 16 de septiembre y la duración prevista de esta primera fase será de varios meses. El calendario contempla cortes parciales de tráfico, reubicación de paradas de autobús y la reorganización de los accesos peatonales para garantizar la seguridad.
Objetivos urbanísticos y sociales
El Ayuntamiento destaca que esta obra no es solo estética, sino que responde a una necesidad social y urbanística. El área de la calle Marina, donde se encuentra la fachada de la Gloria de la Sagrada Familia, carecía hasta ahora de un espacio amplio y ordenado para acoger la gran afluencia de visitantes. Con la plaza, se ganará en accesibilidad y en integración con el entorno urbano.
Además, se busca reforzar la conexión con el barrio del Eixample, uno de los más transitados de la capital catalana. Se prevé la instalación de nuevo mobiliario urbano, zonas de descanso y arbolado, lo que permitirá convertir el espacio en un lugar de convivencia para vecinos y turistas.
Impacto en vecinos y comercios
Como suele ocurrir con proyectos de esta envergadura, no faltan voces críticas. Algunos vecinos han mostrado su preocupación por el impacto de las obras en la movilidad cotidiana y por la posible presión añadida que supondrá para los comercios de la zona. No obstante, el consistorio ha asegurado que habrá medidas compensatorias y que la prioridad será compatibilizar la vida del barrio con la ejecución del proyecto.
Por otro lado, asociaciones vecinales reconocen que, a largo plazo, la plaza puede convertirse en una mejora significativa, siempre que se gestione adecuadamente el turismo masivo.
La Sagrada Familia, motor cultural y turístico
Con más de 4,7 millones de visitantes al año antes de la pandemia, la Sagrada Familia no solo es un emblema arquitectónico y un templo católico, sino también un motor económico para Barcelona. Esta actuación urbanística refuerza la apuesta de la ciudad por consolidar su atractivo turístico, al tiempo que se intenta mejorar la calidad de vida de los residentes del Eixample.
El templo, cuya construcción avanza hacia su fase final con la previsión de completarse en 2034, verá ahora cómo su entorno acompaña la magnitud de la obra diseñada por Gaudí.
Un proyecto de largo recorrido
La plaza frente a la Sagrada Familia no será un simple espacio abierto: está pensada como un punto de encuentro cultural, religioso y ciudadano. El Ayuntamiento ha adelantado que en fases posteriores podrían incorporarse zonas verdes adicionales y nuevos accesos peatonales que refuercen la movilidad sostenible.
En definitiva, Barcelona afronta un reto mayúsculo: transformar uno de sus enclaves más icónicos para hacerlo más accesible, habitable y monumental. El tiempo dirá si la gran plaza cumple con las expectativas, pero lo que está claro es que la ciudad se prepara para una de sus metamorfosis urbanísticas más relevantes del siglo XXI.