Iglesia-Estado
En el Plan Anual Normativo publicado por Moncloa no apareció ninguna referencia a esta medida. Desde el Ejecutivo admiten que es muy complicado
17/09/25
El Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez, a través del Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, admite ahora que no podrá cumplir el compromiso de aprobar este año la reforma del delito de ofensas religiosas, tal como había asegurado el ministro Félix Bolaños.
El presidente de la CEE, Mons. Luis Argüello
con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños.
Foto de archivo.
La promesa fue hecha al inicio de 2025, tras la polémica mediática con la estampita de Lalachús en las Campanadas de fin de año, que colocó el tema al frente del debate público. Sin embargo, Moncloa no incluyó esta reforma en el Plan Anual Normativo, y fuentes del Ejecutivo confirman a Confidencial Digital que su tramitación se ve ahora muy complicada.
La estampita de Lalachús
La necesidad de reformar el artículo 525 del Código Penal —que sanciona el escarnio de dogmas, creencias o ritos religiosos con intención ofensiva — fue anunciada en enero por Félix Bolaños, en respuesta a una controversia surgida en las campanadas de Año Nuevo de RTVE. En ese programa, la humorista conocida como Lalachús mostró una estampita del Sagrado Corazón de Jesús acompañada de una vaquilla del Gran Prix.
Ese gesto provocó críticas de buena parte de la ciudadanía y organizaciones como Hazte Oír y Abogados Cristianos, que anunciaron denuncias por ofensa grave a lo religioso. Ante la polémica Bolaños defendió la libertad de expresión y la creación artística, comprometiéndose públicamente a impulsar una modificación legal para equilibrar protección religiosa y libre expresión.
Sin embargo, esa reforma no aparece en el Plan Normativo que Moncloa publicó, un documento que recoge los proyectos legislativos que el Gobierno prevé impulsar durante el año. Ante ello, se ha generado incertidumbre sobre si la reforma seguía siendo prioritaria, y si el calendario que se había anunciado mantenerse.
El silencio de Moncloa
Según confirman fuentes consultadas por ECD, el Ejecutivo reconoce ahora que no tiene votos suficientes para tramitar esta reforma del delito de ofensas religiosas. Antes del verano las mismas fuentes daban opción a que se planteara alguna medida por este compromiso de Bolaños a pesar de las ajustadas mayorías.
Esta situación ha generado dudas sobre si el Gobierno ha decidido congelar el proyecto, pese a la expectación generada en el arranque del año.
Respetar las creencias versus libertad de expresión
El artículo 525 vigente del Código Penal castiga el escarnio hacia dogmas, creencias o rito religiosos si se hace con intención de ofender. Esa redacción ha sido criticada repetidamente por posibles conflictos con la libertad de expresión.
El Gobierno pretendía "suavizar la tipificación", acercándola a lo que sucede en otros países de nuestro entorno, donde las sanciones por ofensas religiosas existen pero se aplican de manera más flexible. La intención era adaptar la norma para proteger las creencias, pero sin que ello suponga coartar la libertad creativa, literaria o de expresión pública.
Este ajuste del Ejecutivo que reconoce que la reforma del delito por ofensas religiosas no verá la luz antes de que acabe 2025 pone en evidencia los retos políticos y legales que supone armonizar derechos fundamentales contrapuestos. Continuará siendo un asunto observado con atención por partidos, sociedad civil y organizaciones religiosas.