Solidaridad

 

Miguel Ángel Carbajo, director de Cáritas Sevilla, destaca el papel de las parroquias frente a la exclusión

 

Un año después de su nombramiento, analiza los retos sociales: vivienda precaria, pobreza femenina y necesidad de voluntarios jóvenes

 

 

 

25/09/25


 

 

 

Un año después de asumir la dirección de Cáritas Diocesana, Miguel Ángel Carbajo desgrana en Sevilla los grandes retos sociales. Vivienda precaria, soledad, feminización de la pobreza y la necesidad de rejuvenecer el voluntariado son algunas de sus prioridades.

 

 

 

  1. Un año en la dirección de Cáritas Sevilla
  2. Emergencia habitacional: la cara más dura de la exclusión
  3. Juventud y voluntariado: el relevo pendiente
  4. Balance del último año
  5. Las parroquias, el corazón de Cáritas
  6. Retos de futuro

 

 

 


Miguel Ángel Carbajo y el papel de las parroquias en Sevilla.

 

 

 

Un año en la dirección de Cáritas Sevilla

Miguel Ángel Carbajo, abogado de profesión, natural de Badajoz, casado y con dos hijos, cumple su primer año al frente de Cáritas Diocesana de Sevilla. En entrevista con ABC Sevilla hace balance de su trabajo y de las prioridades que marcarán el futuro de la institución.

Carbajo insiste en que las parroquias son el rostro cercano de la Iglesia y que, sin su labor diaria, “la exclusión en Sevilla sería mucho mayor”. Para él, el entramado parroquial no solo es una red de distribución de recursos, sino también un espacio de acogida que genera confianza, escucha y acompañamiento.

 

Emergencia habitacional: la cara más dura de la exclusión

Uno de los aspectos más preocupantes que detecta Cáritas en Sevilla es la crisis de la vivienda. Carbajo denuncia situaciones límite: familias que pagan hasta 180 euros semanales por alquilar camas en cocinas o trasteros en barrios periféricos.

Esta precariedad habitacional refleja una realidad que también recoge la Fundación FOESSA, vinculada a Cáritas: la exclusión residencial es uno de los problemas más extendidos en Andalucía. Muchas de las familias afectadas son mujeres solas con hijos, lo que confirma, en palabras de Carbajo, la creciente feminización de la pobreza.

“Las familias que llegan a Cáritas no buscan solo un techo; necesitan recuperar dignidad, estabilidad y un proyecto de vida”, señala el director.

 

Juventud y voluntariado: el relevo pendiente

Otro de los grandes retos que afronta Cáritas Sevilla es el envejecimiento del voluntariado. Actualmente, la media de edad de quienes colaboran en la institución supera los 60 años.

Carbajo subraya que es necesario rejuvenecer la base de voluntarios, acercando esta labor a los jóvenes a través de campañas en institutos, universidades y parroquias. “El compromiso social no puede ser solo de quienes ya están jubilados; los jóvenes también deben descubrir que ayudar forma parte de su ciudadanía”, apunta.

En Sevilla trabajan más de 4.000 voluntarios en las diferentes Cáritas parroquiales, pero Carbajo advierte de que, sin nuevas generaciones implicadas, será difícil mantener el nivel de atención en el futuro.

 

Balance del último año

En 2024, Cáritas Sevilla acompañó a casi 40.000 personas en la provincia, una cifra menor a la del año anterior por el fin de programas extraordinarios desplegados durante la pandemia.

La acción se ha centrado en tres áreas prioritarias:

 

  • Atención a familias y mayores: especialmente a mujeres solas y personas mayores en situación de soledad.

  • Programas de empleo e inserción laboral: formación y orientación para colectivos vulnerables.

  • Defensa del derecho a la vivienda: denuncia de prácticas abusivas y búsqueda de alternativas dignas.

 

 

Las parroquias, el corazón de Cáritas

En Sevilla funcionan más de 250 Cáritas parroquiales, auténticas antenas de solidaridad en los barrios. Carbajo recalca que “son la primera puerta a la que llaman quienes sufren exclusión”.

En estas parroquias se canaliza la ayuda en forma de alimentos, asesoría laboral, apoyo psicológico o acompañamiento espiritual. Pero, sobre todo, son espacios donde quienes llegan encuentran un rostro amigo y cercano.

“La clave no es solo repartir recursos, sino acompañar a las personas, escucharles y ayudarles a reconstruir su vida”, explica Carbajo.

 

Retos de futuro

De cara al nuevo curso, Cáritas Sevilla se ha fijado tres grandes objetivos:

 

  1. Luchar contra la exclusión juvenil, reforzando programas de empleo y formación.

  2. Promover vivienda digna, mediante la colaboración con administraciones y otras entidades sociales.

  3. Impulsar un voluntariado joven y activo, capaz de asegurar la continuidad de la misión de Cáritas.

 

 

Carbajo concluye con un mensaje claro: “El trabajo de Cáritas no se mide solo en cifras, sino en las personas concretas a las que acompañamos cada día. Sevilla es solidaria, pero necesitamos seguir despertando conciencias”.