Diócesis

 

Familias del colegio diocesano de Almería recogen firmas para pedir al obispo que no convierta el seminario en un centro de inmigrantes

 

Explican que la tarea de formación proyectada ya se venía haciendo desde hace años a través de Cáritas

 

 

 

26/09/25


 

 

 

Malestar y preocupación de padres del colegio diocesano de San Ildefonso, en Almería, con la decisión del obispo, Antonio Gómez Cantero, de transformar el edificio del seminario (hoy vacío y que se encuentra pegado al colegio) en un centro de formación para inmigrantes.

 

 

 

  1. Correo de la diócesis a los padres dando explicaciones
  2. Reunión con el vicario general de la diócesis
  3. Recogida de firmas
  4. Aviso a la Conferencia Episcopal Española
  5. Una labor que ya desarrollaba Cáritas diocesana
  6. Los jesuitas de Almería tranquilizan a los padres
  7. Son jóvenes adultos
  8. 18 plazas residenciales

 

 

 


Antonio Gómez Cantero, obispo de Almería.

 

 

 

La noticia saltó el pasado 1 de julio, cuando la diócesis anunció que el edificio, vacío desde que, en el verano del 2021, Gómez Cantero decidiera trasladar los seminaristas a Murcia, iba a transformarse para acoger “un proyecto de formación sociolaboral para personas migrantes en situación de vulnerabilidad” y que también serviría como lugar de “acogida residencial temporal”.

Al hacerse público que el seminario, que colinda con el colegio diocesano San Ildefonso, iba a convertirse en un centro de formación para inmigrantes, saltaron las alarmas en muchas familias que llevan sus hijos al colegio.

 

Correo de la diócesis a los padres dando explicaciones

Al día siguiente, la diócesis envió un correo a los padres para tratar de tranquilizarlos. En él, el obispado defiende que en ningún caso el seminario iba a convertirse en un centro de menas, sino en un lugar de “formación sociolaboral, acompañamiento personal y capacitación profesional” para personas adultas.

“Es una propuesta -afirma- que nace de la dignidad de la responsabilidad y de la integración, impulsado por la diócesis y gestionado por las entidades de prestigio del Servicio Jesuita a Migrantes, la Fundación ECCA y acompañado por la comunidad de religiosas misioneras del Sagrado Corazón”.

En este tiempo, ante las escasas explicaciones aportadas por la diócesis, algunas familias decidieron sacar a sus hijos del colegio, y fuentes almerienses confirman a Religión Confidencial que, tras la última reunión mantenida con el vicario general, Ignacio López, podrán sucederse más salidas de alumnos, decididas por padres que se sienten molestos con el proyecto del obispado.

 

 

 


Colegio Diocesano San Ildefonso de Almería.
Google Maps

 

 

 

Reunión con el vicario general de la diócesis

El pasado 11 de septiembre, el director del colegio, Eduardo Planes, envió un correo a las familias convocándolas a una reunión informativa que tuvo lugar el lunes 15 de septiembre. “En dicha reunión podrán conocer de primera mano el proyecto de orientación sociolaboral que la diócesis de Almería ha impulsado y que estará ubicado en una de las alas del seminario menor”. A esa reunión acudió Ignacio López, vicario general de la diócesis.

Testimonios recabados por Religión Confidencial hablan de oídos sordos por parte de la diócesis. Una de las peticiones que colocaron encima de la mesa las familias fue poner una valla para separar bien el colegio del seminario, a lo que la diócesis se negó.

Otro testimonio de un padre que circula por grupos de Whatsapp de las familias del colegio, denuncia que fue en esa reunión con el vicario general cuando se enteraron de que los inmigrantes se quedarían allí a dormir de lunes a viernes, y que se les traerían de las chabolas de Níjar y Vícar.

Este grupo de padres transmitieron al obispado su temor a que empeore el ambiente alrededor del colegio porque “esa gente cuando termine sus clases saldrán por las tarde y noche”.

 

Recogida de firmas

Ante esa tesitura, los padres se han organizado para iniciar una campaña de recogida de firmas dirigida a pedir la paralización de este proyecto en las instalaciones del seminario diocesano de Almería.

Religión Confidencial ha tenido acceso a dos cartas de las familias del colegio manifestando “su preocupación y disconformidad con dicho proyecto, por cuanto entendemos que no se ubica en un entorno adecuado a las necesidades de los migrantes, además de la cercanía y accesibilidad desde las instalaciones del Seminario al Colegio Diocesano, lo cual no parece los más razonable por la notable diferencia de edad entre los inmigrantes a recibir dicha orientación laboral y los alumnos del referido del Colegio Diocesano, con el riego elevado de conflictividad”.

“En el supuesto caso de la posible comisión de un delito, ¿quién se haría responsable frente a la sociedad y a los eventuales perjudicados: el obispado, el obispo, los Jesuitas que regentarán el centro o las Administraciones públicas que lo consientan?”, se preguntan los padres en la misiva.

En ese sentido, los padres aseguran que existen otros lugares más adecuados para desarrollar ese proyecto, como por ejemplo la Casa de oración de Nuestra Señora de Buenavista, “que dispone de mayores espacios libres e instalaciones a los fines perseguidos por el referido proyecto”.

Defienden que este lugar se podría dedicar de forma exclusiva a esa labor con “extranjeros procedentes de asentamientos chabolistas, cumpliendo con la misma finalidad evangélica con la que el obispado de Almería pretende justificar el uso del Seminario apartándolo de su verdadera finalidad”.

 

 

 


Seminario de Almería.

 

 

 

Aviso a la Conferencia Episcopal Española

En la segunda carta dirigida al obispo Antonio Gómez Cantero, las familias expresan al prelado su “extraordinaria preocupación” y le manifiestan su oposición frontal al “anunciado proyecto de uso formativo y residencial de las instalaciones del seminario de Almería”.

Aunque en esa circular los padres defienden la misión caritativa que desarrolla la Iglesia, insisten en que “por encima de todo está la seguridad, el desarrollo y la integridad de nuestros hijos”.

“Comprendemos su buena voluntad en esta iniciativa, pero lamentablemente la realidad de este tipo de actuaciones, en la práctica, no resulta tan ideal y tan loable como pudiera ser su objetivo, siendo frecuentemente un foco de delincuencia y conflictos, alterando la convivencia del barrio”, denuncian.

Los padres explican al obispo que “desconocemos que personas trasladará al seminario, qué formación se impartirá y la existencia o no de medidas de seguridad extra”.

“Las familias del colegio diocesano nos sentimos defraudadas”, le dicen al obispo porque en esta cuestión -insisten- “no se está actuando con transparencia y claridad”. Además, lamentan que “ya hay familias que este curso han abandonado el centro por este motivo y otras muchas que lo están valorando”.

Las familias concluyen la carta pidiendo al obispo que “replantee su decisión respecto a la configuración de su centro formativo, y el empleo del edificio del seminario, de manera que ello no suponga riesgo ni alteración del normal desarrollo de la vida escolar ni vecinal”. Anuncian que trasladarán esta misma comunicación a la Conferencia Episcopal Española.

 

Una labor que ya desarrollaba Cáritas diocesana

Además de las quejas de numerosos padres del colegio diocesano, fuentes almerienses explican a Religión Confidencial que el proyecto que pretende empezar la diócesis en el seminario de Almería ya se venía haciendo desde hace años a través de Cáritas diocesana de Almería.

Estas fuentes subrayan que hace años se transformó una residencia de una fundación para que se diera formación y talleres laborales a parados e inmigrantes “con notable éxito en la inserción de personas sin trabajo nacionales y extranjeros”. Desde Almería explican a RC que “cuando el obispo presentó el proyecto de los Jesuitas para el Seminario, hubo no poco malestar y discusión entre los responsables de Cáritas Diocesana y el obispo”.

Los responsables acusaron al obispo de actuar de forma “muy poco sinodal”, al haber decidido el proyecto sin consultar con Caritas y entregarle a los Jesuitas ese pabellón del Menor, mientras la residencia de la Compañía queda cerrada y vacía y después de haber abandonado las parroquias de la capital.

 

Los jesuitas de Almería tranquilizan a los padres

Sin embargo, los jesuitas de Almería insisten en tranquilizar a los padres: “Los migrantes que acogerá el Seminario no son menas. Los padres pueden estar tranquilos, no hay peligro”, confirman fuentes del SJM a Religión Confidencial.

“Llevamos muchos años coordinando programas de hospitalidad y formación a migrantes. Por ejemplo, en Níjar (Almería) acogemos a 700 personas. Cada grupo de seis reside en pisos tutelados.  Están funcionando bien y no hemos tenido problemas. Algunos de estos chicos que reciben formación y vivienda en estos programas son los que seleccionaremos para residir en el Seminario Menor, y son los que recibirán formación personalizada con un plan de seguimiento. Los conocemos”, revelan las mismas fuentes a RC.

Es decir, según dichas fuentes, no son migrantes que acaban de aterrizar en Almería provenientes de las últimas pateras. Llevan tiempo en la sociedad almeriense. Hay que recordar que la población migrante en Almería alcanza el 23% y que se trata de una provincia con una gran necesidad laboral a cubrir.

 

Son jóvenes adultos

Tanto la diócesis de Almería, como el Servicio de Jesuitas de Migrantes aseguran que han analizado los posibles riesgos potenciales e insisten que el peligro es infundado, porque no son "delincuentes sino jóvenes adultos que llevan tiempo en Almería".

De momento, según revelan fuentes jesuitas a RC, el Seminario Menor no abrirá hasta principios de 2026 aunque algunos cursos externos, de 15 personas en cada uno y diseñados para formación y capacitación laboral comenzarán en breve. El centro debe someterse a algunas reformas y están a la espera de recibir la acreditación de la Junta de Andalucía como centro de formación. Por ahora cuentan con donantes para financiar este proyecto, pero esperan conseguir una financiación mixta con la administración autonómica.

 

18 plazas residenciales

Otra de las preocupaciones que han surgido entre padres y vecinos como hemos mencionado anteriormente, es el hecho de que el Seminario Menor se habilite como residencia para los migrantes, pudiendo vivir en el centro desde varios meses hasta un par de años. Hay hasta 18 plazas residenciales y pueden convivir tanto chicos como chicas.

La Comunidad de Misioneras de Cristo Jesús es la responsable de estos chicos y serán tres religiosas las que convivan con los futuros residentes. “Son muy profesionales, llevan mucho tiempo al frente de proyectos similares. Nuestro objetivo es que también hagan comunidad en un proceso de construcción de personas y de integración plena”, concluyen los jesuitas de Almería.