Cáritas Santander | Noticia • 23/10/2025

 

Sin hogar, pero con sueños

 

Una campaña para sensibilizar sobre el derecho a contar con una vivienda adecuada y un nivel de vida digno.

 

 

 

 


 

 

 

 

 

 

Más de un centenar de personas se han concentrado este jueves en la Plaza Porticada de Santander para defender la dignidad de las personas en situación de sin hogar. Esta iniciativa, organizada por Cáritas Diocesana de Santander, conmemora el Día de las Personas Sin Hogar, que se celebrará el próximo 26 de octubre, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad e interpelar a las administraciones públicas sobre la urgencia de garantizar el derecho a una vivienda digna y un nivel de vida adecuado.

El acto también ha servido para lanzar la campaña ‘Sin hogar, pero con sueños’, que pretende visibilizar la realidad del sinhogarismo, destacar la vulneración de derechos que sufren estas personas y animar a las instituciones y a la ciudadanía a trabajar conjuntamente por una solución integral y urgente.

 

Una realidad que crece y una respuesta constante

Desde 1985, Cáritas Diocesana de Santander ofrece atención a las personas sin hogar a través de un programa de acompañamiento integral. En lo que va de 2025, la entidad ha atendido a 59 personas en situación de sin hogar, lo que supone un aumento significativo respecto a años anteriores. Este incremento se debe, en parte, a la intensificación del trabajo en la calle y a la incorporación de nuevo voluntariado en el equipo de atención.

Actualmente, 6 personas voluntarias en Santander y 6 en Torrelavega se suman al equipo técnico para ofrecer apoyo directo.

Lara Mazorra, trabajadora social de Cáritas Diocesana de Santander, explica que la mayoría de las personas acompañadas en el programa son hombres. Sin embargo, manifiesta una especial preocupación por el reto que supone llegar a las mujeres. “Ellas suelen desarrollar otras estrategias de supervivencia, y sus procesos hasta alcanzar una situación de calle, suelen ser más largos. No obstante, afrontan una vulnerabilidad mucho mayor, especialmente ante la violencia sexual, lo que las expone a contextos de mayor dureza, desprotección y agresividad”. De las 59 personas acompañadas, solo 4 fueron mujeres.

 

Crece la dificultad para acceder a una vivienda digna

Uno de los principales problemas que enfrentan las personas sin hogar es la dificultad para encontrar un alojamiento digno y asequible. Cáritas trabaja con diversas fórmulas de alojamiento como pisos de estancia temporal, pensiones y habitaciones en viviendas compartidas, pero, según la entidad, cada vez es más difícil acceder a cualquiera de estas opciones.

«Antes se podían encontrar habitaciones en pisos compartidos por 250 euros. Ahora, por menos de 380 euros, lo que se encuentran son espacios que no cumplen los requisitos mínimos de habitabilidad», señala Mazorra. «El mercado de alquiler está completamente desbordado, y en el caso de pensiones y hostales, la disponibilidad de plazas es limitada, especialmente los fines de semana».

 

Cuando no tener casa condiciona toda la vida

La falta de vivienda genera múltiples obstáculos cotidianos que dificultan la integración plena de las personas sin hogar en la sociedad: la falta de intimidad, las dificultades para acceder a un trabajo decente, los problemas para realizar trámites administrativos o el deterioro de la salud física y mental.

Un año más, no se cuenta con un observatorio de la realidad, por lo que no existen cifras oficiales actualizadas. Según el documento ‘Estrategia de Personas Sin Hogar en Cantabria‘ publicado hace cuatro años, se estimaba que entre 250 y 300 personas en la región vivían en situación de sin hogar.

Cáritas ofrece, por tanto, un acompañamiento integral que va más allá de la búsqueda de una vivienda, abarcando desde el acceso a servicios sanitarios hasta apoyo en trámites jurídicos y sociales. Además de la atención básica, Cáritas desarrolla talleres para el crecimiento personal y la integración social.

 

Sin hogar, pero con sueños

La campaña ‘Nadie sin hogar 2025’, bajo el lema ‘Sin hogar, pero con sueños’, recuerda que las personas sin hogar no solo necesitan tener garantizados sus derechos, sino también vínculos humanos que les permitan sentirse parte de la sociedad. La campaña visibiliza las historias de personas cuyos sueños y aspiraciones se ven silenciados por las múltiples barreras que enfrentan cada día.

Durante el acto público celebrado en Santander, los asistentes se tumbaron sobre cartones para simbolizar la dureza de vivir en la calle. Junto a este gesto, quisieron reflejar que, pese a las dificultades que atraviesan, las personas en situación de sin hogar siguen teniendo sueños y aspiraciones de una vida mejor.

Posteriormente, se invitó a la ciudadanía a unirse al gesto y compartir también sus propios sueños. El acto concluyó con la lectura de un manifiesto por parte de dos personas acompañadas por la entidad, que hicieron un llamamiento a la implicación y al compromiso de toda la sociedad para combatir el sinhogarismo.

Lara Mazorra concluyó: «Lo que proponemos no es solo un acceso a recursos, sino un espacio donde poder descansar sin miedo. Los vínculos son un pilar fundamental para no acabar en situación de calle cuando la vida se complica. Tener una red que te sostenga. Un vínculo es mucho más que un recurso: es una relación que cura«.

 

El sinhogarismo, una realidad compleja que exige respuestas amplias

Cáritas recuerda que el sinhogarismo no solo afecta a las personas que viven en la calle, sino también a quienes se encuentran en situaciones de vivienda insegura o inadecuada. Según el IX Informe FOESSA, que se presentará a inicios del mes de noviembre, 3 millones de personas en España viven en condiciones precarias de tenencia de la vivienda, como la ocupación ilegal, el realquiler o los desahucios inminentes, y 3,4 millones sufren condiciones de hacinamiento.

Estas cifras evidencian la necesidad urgente de una respuesta más amplia y efectiva a la crisis de la vivienda que atraviesa el país.