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El portavoz de los obispos insta a los jueces a dictaminar si ese ejercicio de libertad de expresión ha sobrepasado los límites. El sacerdote se enfrenta a 3 años de prisión por islamofobia
03/10/25
El juicio al sacerdote Custodio Ballester, acusado de un presunto delito de odio contra migrantes y musulmanes por sus manifestaciones en medios digitales, ha reabierto el debate en el seno eclesial español.
- Las declaraciones de García Magán
- Desligar a la jerarquía católica de la polémica penal
- El proceso: acusaciones y posiciones
- Sus palabras se referían al yihadismo radical
- Libertad de expresión vs. límite penal
- Qué está en juego
- ¿Quién es Custodio Ballester?
Juan Jose Omella y César García Magán
en la reunión de la Comisión Permanente
de la Conferencia Episcopal en octubre de 2025.
Las declaraciones de García Magán
En medio de la polémica, César García Magán, portavoz de la Conferencia Episcopal, ha hecho una declaración contundente: la “responsabilidad directa” corresponde al cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, porque el sacerdote Custodio Ballester pertenece a dicha archidióceis.
Si bien García Magán no entra a valorar en detalle las expresiones de Ballester, subraya que compete a la autoridad eclesiástica local asumir el seguimiento pastoral y las consecuencias canónicas, lo que, según él, implicaría que Omella debe asumir esa responsabilidad.
Desligar a la jerarquía católica de la polémica penal
García Magán insiste, no obstante, en que no corresponde al episcopado intervenir en lo judicial: “Que los jueces dictaminen si ese ejercicio de libertad de expresión ha sobrepasado los límites”. Esta postura busca desligar la jerarquía católica de la polémica penal, al tiempo que defiende la libertad de expresión dentro del ámbito eclesial y social.
En el minuto 27 del vídeo de la rueda de prensa responde lo siguiente a preguntas de un periodista:
“En la CEE no podemos hablar de todos los sacerdotes que salen en la plaza pública, la responsabilidad directa corresponde a una archidiócesis, en este caso él tiene un superior (que es el cardenal Omella) y nosotros no somos sus superiores. Después, tengo que decir que la libertad de expresión dentro de la ley es un derecho fundamental para todos, sea sacerdote u obispo. Que sean los jueces quienes tengan que dictaminar si ese ejercicio de libertad de expresión ha sobrepasado los límites que la ley establece, a un sacerdote como a cualquier otro ciudadano”.
El proceso: acusaciones y posiciones
Según la Fiscalía de Málaga, Ballester —junto con otro cura, Jesús Calvo, el director de 'Alerta Digital' la web donde se publicaron sus declaraciones— incurrió en manifestaciones que “lejos de ser un ejercicio de libertad de prensa, entran dentro de la consideración de delito de odio”.
El caso se basa en comentarios que aluden a musulmanes como “mancha depredadora”, “termitas” o la imposibilidad de dialogar con el islam, expresiones que, a juicio de la acusación, estigmatizan a un colectivo religioso en su conjunto, informa Europa Press.
La Fiscalía de Málaga mantiene la acusación para estos dos sacerdotes y pide tres años de cárcel para Ballester, al considerar que determinadas manifestaciones en artículos o programas de vídeo suponen un delito de odio contra migrantes, la comunidad musulmana y el Islam.
Además, también está procesado Jesús Calvo, el sacerdote responsable de la web en la que se publicaban esos artículos y presentador de los programas, para el que pide cuatro años de prisión.
Sus palabras se referían al yihadismo radical
Ballester ha matizado que sus palabras se referían en realidad al yihadismo radical, no a todos los musulmanes. "No me estoy refiriendo a todos los musulmanes del mundo", ha indicado Ballester, quien no ha utilizado el derecho a la última palabra.
Por su parte, Jesús Calvo admitió haber escrito que los “refugiados invasores” complicarían la convivencia, aunque alegó que no pretendía ofender ni atacar directamente al colectivo entero. Argumentó así mismo, que actuó dentro de la libertad de expresión con un “interés social, público e informativo”.
Durante la vista, se concentraron varios grupos de personas en apoyo a los acusados en la Ciudad de la Justicia de Málaga. Peticiones católicas ha abierto una alerta para pedir que el padre Custodio no entre en prisión por criticar al islam.
Libertad de expresión vs. límite penal
El caso plantea una tensión jurídica y ética clave: ¿hasta qué punto debe protegerse, amparado en la libertad de expresión, el discurso crítico sobre el islam o sus expresiones radicales, y cuándo se convierte en delito de odio dicho discurso?
La Fiscalía argumenta que en este caso no se trata de críticas puntuales o de debate de ideas, sino de declaraciones generalizadas contra un colectivo religioso, sin pruebas de alcance limitado, lo que implica estigmatización. Las defensas, en cambio, sostienen que no ha quedado acreditado un ataque directo a un grupo específico y que las palabras deben entenderse en un contexto crítico con el yihadismo, no con el islam en su totalidad.
En su alegato público, Ballester describió como “exagerada” la petición de 3 años de prisión por expresarse: “Mandas a un hombre al hospital y no piden tanto como a mí por hablar claro”. Además, dijo: en tono irónico: “Si estuviéramos en Afganistán o Pakistán, la fiscalía me pediría pena de muerte; aquí han pedido tres años, gracias”, destaca Religión en Libertad.
Qué está en juego
- Para Ballester y Calvo, la condena implicaría cárcel y un antecedente que, según sus defensores, podría disuadir a otros clérigos de expresarse de forma incisiva en estos temas.
- Para la Iglesia, la sentencia podría redefinir los márgenes del discurso religioso público y la responsabilidad jerárquica del episcopado frente a expresiones controvertidas de sus miembros.
- Para la justicia y la doctrina penal, el veredicto puede clarificar la frontera entre libertad de expresión y delito de odio en un contexto donde conviven pluralismo religioso y sensibilidad social frente a discursos discriminatorios.
El Padre Custodio Ballester.
Crédito: Redes Sociales
¿Quién es Custodio Ballester?
Custodio Ballester es sacerdote católico de la archidiócesis de Barcelona. Se ha desempeñado como párroco, y más recientemente coadjutor de la parroquia San Sebastián de Badalona. Lleva varios años en el ministerio sacerdotal. Se le reconoce como alguien bastante activo en declaraciones públicas, entrevistas, medios digitales, tertulias,
Estas son algunas de las polémicas más conocidas que le han generado críticas, sanciones e incluso procedimientos:
Declaraciones sobre la homosexualidad: En junio de 2017, al coincidir con la celebración del Orgullo LGTB, Ballester pronunció una homilía en su parroquia (Inmaculada Concepción de L’Hospitalet de Llobregat) en la que llamó a la homosexualidad “un pecado gravísimo” y dijo que con las manifestaciones de homosexuales se podría llegar a pensar que ser gay “es normal y está bien”.
Actos de homenaje de extrema derecha: En su parroquia acogió un acto de conmemoración del 75º aniversario de la creación de la División Azul, que fue muy criticado.
El obispado de Getafe desautorizó un encuentro organizado con Ballester en el Cerro de los Ángeles, citando que había manifestado discursos de claro signo político, apoyos a plataformas polémicas, etc.
El arzobispado de Barcelona Juan José Omella le relevó de sus funciones en la parroquia de L’Hospitalet, otorgándole un año sabático. Omella le ofreció completar sus estudios teológicos en el Instituto Bíblico de Jerusalén o en el Instituto Católico de Lyon, pero él optó por pedir un año sabático para completar su tesis doctoral y atender a su madre. El P. Custodio dijo: “Creo que don Juan José me ha querido preservar de las posibles dificultades suscitadas por las diversas tensiones sociopolíticas y también pastorales que se viven en la archidiócesis y que podrían afectar a mi ministerio sacerdotal”.