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Científicos Católicos hablan de Galileo, la IA y las experiencias cercanas a la muerte

 

En el congreso, celebrado en la Universidad San Pablo CEU, 150 especialistas han explorado la intersección entre ciencia y fe

 

 

 

08/10/25


 

 

 

La Sociedad de Científicos Católicos de España (SCCE) acaba de celebrar, del 2 al 4 de octubre y en la Universidad San Pablo CEU, su IV Congreso, una cita científica, abierta a lo transcendente, de referencia en el panorama nacional y que ha congregado a cerca de 150 participantes procedentes de diversos ámbitos científicos y profesionales.

 

 

 

  1. Tender puentes entre ciencia y religión
  2. Revisando el caso Galileo

  3. Pecado original, IA
  4. Experiencias Cercanas a la Muerte
  5. Neurocientíficos
  6. Bioética y el científico católico en su ambiente laboral
  7. El científico católico en su ambiente
  8. Participación juvenil: el relevo
  9. Un congreso con y proyección internacional

  10. Conclusión: Ciencia y fe, un diálogo necesario y fructífero

 

 

 


Congreso de Científicos Católicos.

 

 

 

Durante tres jornadas, el evento han explorado la intersección entre ciencia y fe a través de ponencias orales, mesas redondas y sesiones de pósteres, con especial énfasis en Inteligencia Artificial, Bioética y Experiencias Cercanas a la Muerte.

La Sociedad de Científicos Católicos de España, es la rama en nuestro país de la Society for Catholic Scientist, organización internacional creada en 2016, con más de 2.500 miembros en 66 países, y en la que España el segundo país con mayor número de afiliados.

La Sociedad ofrece recursos para estudiantes, educadores, pastores, periodistas y personas interesadas en los descubrimientos científicos y su relación con la fe católica. Su misión es ofrecer un foro de diálogo para científicos creyentes y transmitir que la unión de ciencia y fe permite un mejor entendimiento de la realidad.

 

Tender puentes entre ciencia y religión

La inauguración del congreso, desarrollada en el aula magna, corrió a cargo de Rosa María Visiedo Claverol, rectora de la Universidad San Pablo CEU, quien mostró su satisfacción por acoger este evento de prestigio por primera vez en una universidad CEU.

Visiedo Claverol subrayó el papel esencial del profesorado universitario en la transmisión de valores, y destacó que el objetivo principal de estas jornadas es "defender la armonía y la complementariedad entre ciencia y fe".

Enrique Solano, presidente de la Sociedad de Científicos Católicos de España, reiteró la necesidad de "establecer puentes entre la ciencia y la religión" para superar el recelo histórico entre ambas disciplinas. Incidió en la figura del científico católico como alguien capaz de conciliar ambas perspectivas sin contradicciones: "Nuestra obsesión es mostrarnos a la sociedad, que el científico católico deje de ser invisible", afirmó.

 

Revisando el caso Galileo

Sols, catedrático emérito de álgebra en la Facultad de Matemáticas de la Universidad Complutense de Madrid y autor del libro "El proceso a Galileo a través de sus textos; de mensajero del cielo a náufrago de las mareas", presentó una revisión exhaustiva del caso Galileo, basándose en una selección imparcial de textos históricos, permitiendo que los asistentes pudieran formarse una opinión fundamentada sobre las causas que condujeron a la condena del físico, matemático e ingeniero italiano.

La primera jornada finalizó con una mesa redonda sobre "Libertad y determinismo", uno de los debates filosófico-científicos relevantes de la actualidad. El panel contó con la participación de destacados expertos: Pablo Malo, José Antonio Langa, Javier Pérez Castells, Martín López-Corredoira y José Manuel Muñoz Ortega, que abordaron cuestiones fundamentales sobre el libre albedrío, el determinismo científico y sus implicaciones para la comprensión del ser humano desde una perspectiva que integra los hallazgos de la neurociencia, la física y la reflexión filosófica y teológica.

 

 

 


Sección española de científicos católicos.

 

 

 

Pecado original, IA

Lluis Oviedo abrió las sesiones de la segunda jornada con una conferencia sobre "Orígenes humanos y pecado original: entre ciencia y teología", explorando cómo los conocimientos científicos actuales sobre la evolución humana pueden dialogar con la doctrina teológica del pecado original.

La sesión sobre Inteligencia Artificial (IA), moderada por Javier Pérez Castells, reunió a expertos que analizaron las implicaciones filosóficas, antropológicas y éticas de esta tecnología emergente.

Manuel Alfonseca en su presentación, "¿Qué es la Inteligencia Artificial?", hizo una revisión del estado actual de la IA en un lenguaje asequible al público no experto en esta tecnología.

Gonzalo Génova abordó la cuestión "Causalidad lógica no es causalidad mecánica: ¿demuestra esto la existencia de Dios?", explorando las relaciones entre diferentes tipos de causalidad y sus implicaciones metafísicas.

Enrique Pelayo analizó críticamente el contenido de magisterium.com, una plataforma de inteligencia artificial especializada en contenidos doctrinales católicos, que permite acceder y consultar miles de documentos doctrinales, litúrgicos y teológicos con respuestas basadas en fuentes verificables.

Gerardo Hermida y Juan Velayos, basándose en la nota “Antiqua et Nova” del Dicasterio de la Fe sobre la IA presentaron algunas consideraciones antropológicas y éticas de la Iglesia Católica sobre estas tecnologías.

 

Experiencias Cercanas a la Muerte

La sesión sobre Experiencias Cercanas a la Muerte (ECM), moderada por Verónica Fernández, contó con tres conferencias.

Jeffrey Long, médico oncólogo radioterapeuta y fundador de la Near-Death Experience Research Foundation, titulada "Near-Death Experiences and the Mystery of Consciousness: Latest Findings from One of the Largest Near-Death Experience Studies Ever Reported,” presentó los resultados de su investigación con más de 4.000 casos documentados de ECM evidenciando la continuidad de la conciencia durante estados en los que la actividad cerebral está gravemente comprometida, planteando profundos interrogantes sobre la naturaleza de la conciencia humana, su relación con el cerebro y la vida más allá de la muerte.

Alex Gómez-Marín habló sobre "El futuro de la consciencia humana", a partir de su propia experiencia cercana a la muerte, narrada en su libro “La Ciencia del Último Umbral”. Presentó su perspectiva desde la neurociencia y la filosofía de la mente sobre las implicaciones de las ECM en nuestro conocimiento sobre la conciencia.

María José Luciáñez cerró la sesión con su testimonio personal, que tituló "De las sombras a la luz", compartiendo su ECM tras una grave infección por COVID-19, explicando las implicaciones que dicha experiencia ha tenido para captar unidad del ser más allá de la muerte y plantear la vida con sentido trascendente.

 

Neurocientíficos

Hubo además dos sesiones de contribuciones orales multi-temáticas. En la primera, Ignacio del Villar moderó la ponencia de Javier Bernácer, con “¿Cuál es la visión antropológica de los neurocientíficos?", que exploró las concepciones del ser humano en la neurociencia actual; la de Lorena del Rey, un "Modelo de comportamiento proambiental para cambio climático basado en la Encíclica Laudato Sí", conectando magisterio del Papa Francisco sobre ecología y la ciencia ambiental; y de José Manuel Orenga titulada "Copias de la Sábana Santa", que analizó los estudios científicos sobre la Síndone en la intersección ciencia-fe.

La segunda sesión, moderada por David Urdaneta, incluyó la conferencia de Javier Sánchez Cañizares sobre "¿Cómo actúa el espíritu en el mundo?", basada en su libro homónimo, en la que el investigador de la Universidad de Navarra argumentó que, mientras la ciencia moderna cerró la puerta a lo inmaterial, la física contemporánea ha roto con la idea de un mundo causalmente cerrado y determinado, abriendo posibilidades para comprender la causalidad inmaterial, haciendo ver la posible implicación de lo inmaterial en el marco científico actual.

Santiago López Linares presentó "Unidad y estructura de las áreas de conocimiento", reflexionando sobre la integración interdisciplinar del saber científico.

Luis Franco alertó sobre las bases ideológicas del transhumanismo, en "Preparando el terreno para el transhumanismo. El evolucionismo materialista", analizando las interpretaciones materialistas de la evolución.

 

Bioética y el científico católico en su ambiente laboral

En la tercera jornada, la sesión de bioética, moderada por Daniel García Ovejero, contó con las comunicación de Alejandro Macarrón sobre "El suicidio demográfico en España y a nivel mundial", analizando desde una perspectiva estadística y sociológica la crisis demográfica actual y sus implicaciones éticas, sociales y económicas;

Gonzalo Colmenarejo habló sobre el "Uso de la línea celular HEK-293 en investigación biomédica, sus problemas bioéticos, y posibles alternativas", abordando uno de los dilemas éticos más complejos de la investigación biomédica actual: el uso de líneas celulares derivadas de tejido fetal y las alternativas disponibles que respetan la dignidad humana desde la concepción.

Eneko de Diego trató el "Diagnóstico prenatal y preimplantatorio", explorando los avances técnicos en este campo y sus implicaciones éticas, especialmente en relación con la dignidad del embrión humano y las presiones sociales hacia la selección genética.

 

El científico católico en su ambiente

La mesa redonda final estuvo dedicada al tema “El científico católico en su ambiente de trabajo”, moderada por Gonzalo Colmenarejo y que reunió a los científicos Virginia Carcelén, Sonsoles Martín-Santamaría, Josefa Zaldívar-Díez, Juan José Mazo y Ana Isabel Hernández, que compartieron sus experiencias sobre cómo integrar fe y ciencia en el ámbito laboral cotidiano.

Se debatió sobre los desafíos de mantener una identidad católica en entornos académicos a menudo secularizados, cómo responder a cuestiones éticas en la investigación, y de qué manera la fe puede enriquecer la práctica científica sin comprometer el rigor metodológico.

Esta sesión ofreció testimonios valiosos sobre la vocación del científico católico y su papel como constructor de puentes entre ciencia y fe en la sociedad contemporánea.

 

Participación juvenil: el relevo

Un aspecto destacado del congreso fue la activa participación de jóvenes estudiantes de secundaria (no universitarios), que presentaron pósteres científicos sobre diversos temas relacionados con la ciencia y la fe.

Las presentaciones abarcaron desde análisis de la Sábana Santa hasta cuestiones de bioética y el origen de la vida.

El III Concurso para Colegios de la SCCE, con sus tres premios y las exposiciones públicas de los trabajos ganadores, consolida el papel de la SCCE como plataforma formativa para futuros científicos, demostrando que las nuevas generaciones están preparadas para afrontar con rigor científico y una sólida formación cristiana los desafíos científicos del siglo XXI.

 

Un congreso con y proyección internacional

La cuarta edición del Congreso de la Sociedad de Científicos Católicos de España ha mostrado la creciente madurez de esta organización en nuestro país.

La participación de ponentes de prestigio internacional como Jeffrey Long, junto con científicos españoles de primer nivel, ha consolidado este evento como un punto de referencia no solo nacional sino también internacional en el diálogo entre ciencia y fe.

 

Conclusión: Ciencia y fe, un diálogo necesario y fructífero

El IV Congreso de la Sociedad de Científicos Católicos de España ha reafirmado la vigencia y la necesidad del diálogo entre ciencia y fe en un momento histórico marcado por los rápidos avances tecnológicos y los profundos interrogantes antropológicos y éticos que estos plantean.

Desde las reflexiones históricas sobre el caso Galileo hasta las investigaciones sobre Experiencias Cercanas a la Muerte, pasando por los desafíos éticos de la Inteligencia Artificial, el diagnóstico prenatal y la crisis demográfica, el congreso ha demostrado que las grandes preguntas de nuestro tiempo requieren tanto el rigor científico como la sabiduría de la tradición filosófica y teológica.

Como subrayaron la rectora Rosa María Visiedo y el presidente Enrique Solano en la inauguración, el objetivo no es solo defender la compatibilidad entre ciencia y fe, sino demostrar su complementariedad y su capacidad para enriquecerse mutuamente. En un mundo que a menudo presenta estas dos dimensiones como incompatibles, iniciativas como este congreso resultan especialmente valiosas para construir puentes, fomentar un diálogo constructivo y hacer visible al científico católico en la sociedad.

El éxito de esta cuarta edición, con cerca de 150 participantes, un programa de alto nivel científico y académico, y la participación de ponentes internacionales de prestigio, augura un futuro prometedor para la SCCE en España y refuerza su papel como plataforma de referencia para quienes desean explorar la intersección entre el conocimiento científico y la experiencia de fe.