COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO

NO ME DIGAS CUÁNTO, SINO CÓMO

 

 

 

Víctor Corcoba Herrero/ Escritor | 19.11.2016


Quien puede decir cuánto quiere, poco cariño siente.
El afecto tiene un desmedido efecto igual que el sol.
Tras el instinto natural, hay siempre una conjunción.
Una alianza de sentimientos que nos sobrepasan.
Y también nos sobrecogen, pues todo es por amor.
Por amor todo se entronca en la más nívea armonía.
No hay cumbres borrascosas, ni planicies cerradas.
    ... Y es que ....
El amor cuando es, no es algo que se pueda ocultar.

Quien puede decir cuánto existe, poca verdad dice.
Es una inmensa sorpresa cohabitar y ser camino.
Realmente coexistimos para regresar a la poesía.
Somos la inspiración del Creador, su propia vida.
Hemos de aprender a valorarnos, a vivir en el verbo.
Quizás tengamos que conjugarnos más y mejor.
Pensar en el otro como en mi mismo es un buen deseo.
    ... Y es que ....
Solamente una vida entregada a los demás, vive.

El corazón tiene savia que nuestro exterior ignora.
Por eso hay que volver a él, a sus ansias de ser.
Que los que se seducen de espíritu, hallan el sosiego.
Con el alma en paz todo se enternece y eterniza.
La realidad habita, pues, en cada uno de nosotros.
Despojémonos de las apariencias, seamos latidos.
Que nuestro frenesí es más existencia si mucho ama.
    ... Y es que ....
El corazón es un pulso de vida, un impulso de amor.

 

Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
19 de noviembre de 2016