COMPARTIENDO DIÁLOGOS CONMIGO MISMO
LA ESCUCHA Y EL SERVICIO
“EN NUESTRO OBRAR VIVE EL DESCUBRIR: Afanarse en un hacer por hacer no sirve de nada, se requiere detenerse a observar, oírse y dejarse interrogar por lo vivido. San Benito resumía el estilo de vida que indicaba a sus monjes en dos palabras: “ora et labora”, reza y trabaja. No hay mejor mirada que verse en el Señor al romper el día, para percibir su señal y recibir su aliento, siempre liberado de las opacidades del mal y nunca desorientado del bien.”
Víctor Corcoba Herrero, Escritor | 19.07.2025
I.- A LOS PIES DE JESÚS;
ORANDO SIEMPREEl Maestro, que ha venido para darse
en cuerpo entero, en el decir y obrar,
nos llama a prestar oídos en el andar,
a seguirle en su camino y detenernos,
a revivir y a vivir en la paz de su voz.Sus estelas son de pasión y existencia,
tan sólo hay que inclinarse ante ellas,
dejarse animar y reanimar vivamente,
para sentir la expansión de su espíritu,
que nos infunde un gozo que no pasa.El eterno vocablo etéreo nos enaltece,
nos llena de luminaria los horizontes,
da sentido a nuestra acción cotidiana,
la exonera de las opacidades del mal,
glorificando el deseo de amar el bien.
II.- EN ORACIÓN CONTINUA;
CON JESÚS A LA VERAEn la noche oscura resplandezca la fe,
el combate de la oración nos alumbre,
tome savia en nosotros la dulce onda,
para sentirlo todo y hallarse con nada,
porque el que no es, está en nosotros.Hay sujetos que no son, pero existen,
conviven a nuestro lado como Jesús,
sostén nuestro y salvador del mundo;
llamados a llevar alivio y esperanza,
a quienes están agobiados y afligidos.No hay otra muestra más superlativa,
que la de existir anhelados por querer,
con impulso suplicante y pulso beato;
de darse orante y donarse arrodillado,
con ayuda esencial y luna de esencia.
III.- NADA ES SIN JESÚS;
AL PADRE POR ÉLPriorizar el tiempo con Dios es amor,
es saber contemplar lo que nos anida,
es secundar con un hálito iluminado,
nuestro vagabundear por aquí abajo,
a la espera del hallazgo con el Padre.Ven a mi Jesús con la cruz redentora,
acércate a mi ruin energía en súplica,
injértame coraje para reencontrarme;
haz que todo mi ser vuelva en unión,
y en comunión con la divina palabra.Ofrendar el alma al olmo paradisíaco,
para que vuelva a ser el verso celeste,
es mi deseo cada día que reaparezco;
confiar en la providencia es mi ansia,
y descansar bajo su mística presencia.
Víctor Corcoba Herrero
corcoba@telefonica.net
19 de julio de 2025