EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

18.08.2024


 

XX Domingo del Tiempo Ordinario (B)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (6, 51-58)

 

En aquel tiempo dijo Jesús a la gente:

― «Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo».

Disputaban los judíos entre sí:

― «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?».

Entonces Jesús les dijo:

― «En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre».

 

Palabra del Señor


 

COMENTARIO:

 

El Evangelio de este domingo Vigésimo del Tiempo Ordinario, recoge como una vez más los judíos se enfrentan al misterio de Jesús y a su desconcertante mensaje: "¿Cómo puede éste darnos de comer su carne?".

El Señor, nos da el verdadero sentido de este comer y de este beber: "El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él".

Comer el pan de la Eucaristía, significa estar en estrecha comunión de vida con Jesús.

Por lo tanto, no tiene sentido comulgar si no encarnamos en nuestras vidas los mismos valores que Jesús nos enseñó.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.