EL EVANGELIO DEL DOMINGO

 

 

por Gervasio Portilla García

11.05.2025


 

IV Domingo de Pascua (C)

 

LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN (10, 27-30)

 

En aquél tiempo, dijo Jesús:

― «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano. Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre. Yo y el Padre somos uno».

 

Palabra del Señor

 


 

COMENTARIO.

 

El Evangelio de este Cuarto Domingo de Pascua, conocido también como el del Buen Pastor, deja al descubierto a los falsos pastores y guía a las ovejas por el camino de la vida.

El problema de la incredulidad de los judíos radica en que no son de las ovejas de Jesús, es decir, carecen de apertura, de diáfana disponibilidad hacia la verdad.

La fe solamente es posible, cuando existe una apertura de corazón. si esto no existe, cualquier argumento resulta inútil, pues el problema radica no en la inteligencia sino en el corazón.

Aquellos que acogen con sencillez la verdad, nada temen frente a la cerrazón y la burla de los sabios de este mundo, porque el Padre es superior a todos y nadie puede arrebatar nada de las manos del Padre.

 

Hasta el próximo Domingo si Dios quiere. Paz y bien.