Fe y Obras

¿Cristo no fue misericordioso?

 

 

11.09.2015 | por Eleuterio Fernández Guzmán


Con todo esto que se ve venir acerca de la Comunión de los divorciados vueltos a casar (que no pueden acercarse a tomar la santa Comunión) se intenta aplicar una doctrina que es la de la misericordia.

Podemos decir que con tal doctrina todo es posible porque ¿quién va ser tan miserable que no actúe con misericordia?

Esto, así dicho, puede suponer mucho y ser nada; suponer mucho porque nos avocaría a todos a actuar de forma excesivamente laxa con nuestra fe; ser nada porque, al fin y al cabo, cuando todo se admite lo que se consigue es que nada valga nada. Y esto es puro relativismo.

Pero bueno, el caso es que la doctrina de la Iglesia católica tiene establecido que tales personas no pueden acceder a la santa Comunión. Y hasta ahora todo estaba tan claro que sólo ahora, con vistas al Sínodo del mes de octubre venidero se ha abierto (hace meses, claro) tal melón para ver si, además de catarlo, es posible comérselo. Algunos obispos y cardenales, por cierto, dan la impresión de hacer mucho tiempo que no comen del melón de sus gustos particulares y erradas posiciones teológicas. Ahora han visto la oportunidad y han sacado a la venta (que parece el timo de la estampita) el ardid de hacer como si todo esto no fuera importante.

El caso es que las cosas son como son y no son de otra manera. ¡Qué le vamos a hacer!

De todas formas en esto hay algo que parece no ser tenido en cuenta por aquellos que defienden la aplicación de la doctrina de la misericordia para todos. El caso es que esto es así, la doctrina es así, porque Cristo la asentó así.

¡Sí! Y es que fue el Hijo de Dios, el fundador de la Iglesia, llamada luego católica por universal, quien dijo aquello de que lo que “ha unido Dios que no lo separe el hombre”. Y en esto no fue nada original porque también dijo que en el principio las cosas ya eran así a partir de que Dios oficiara, por así decirlo, de testigo privilegiado de la unión matrimonial entre Adán y Eva.

Entonces si fue Cristo quien dijo eso ¿es que el Hijo de Dios no era misericordioso?

Esto lo decimos porque aquellos que quieren contradecir no ya una doctrina milenaria sino a Quien la dejó dicha y cómo la dejo dicha parece que eso les importa un bledo. Es decir que ellos van a la suya y que la suya es, no por casualidad, la del mundo, la del siglo.

A los que defendemos las cosas como están se nos está llamando de todo pero bien sabemos que es la única forma de que la Iglesia católica no se resquebraje o, incluso, que no se rompa. Otras personas más autorizadas y con más conocimientos que el que esto escribe, ya lo han dicho. Saben que eso acabará pasando porque cuando a una casa se le quita uno de los pilares principales que la sostienen lo mínimo que le puede pasar es que se balancee de un lado a otro. Y si luego se le quita otro… ya sabemos qué puede acabar pasando.

¿Acaso lo que pretenden es terminar con el edificio espiritual de la Esposa de Cristo?

Pues, seguramente, sí. Tristemente lo decimos. Eso es lo que quieren. Y lo quieren para hacer una Iglesia a su medida, a bien con el mundo y con lo políticamente correcto.

Dios quiera que no se siga sosteniendo que Cristo no fue misericordioso. Es que era Dios hecho hombre. Vamos, es que es, sigue siendo, Dios hecho hombre.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net