Fe y Obras

 

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús

 

 

 

27.06.2019 | por Eleuterio Fernández Guzmán


 

El domingo, 30 de junio de 2019, va a llevarse a cabo una ceremonia, por así decirlo, que repite otra habida hace, ahora justamente, 100 años.

En el Cerro de los Ángeles, considerado como el centro geográfico de la Península Ibérica, se va a celebrar al Sagrado Corazón de Jesús pero, además, se va a repetir la Consagración a su Sagrado Corazón como se hiciera, como decimos, hace diez decenios, en aquel otro tiempo que tan parecido es al que ahora vivimos…

Nuestro Señor, el Único, que debería reinar en nuestra Patria española (y en otras, claro está) merece esto y mucho más. Y lo merece porque, no obstante, es Dios hecho hombre y todo lo que le hagamos, dediquemos y recordemos, siempre, es poco. Vamos, es nada para su Gloria y su Poder. Pero a sus hijos nos corresponde hacer lo que nos corresponde hacer...

Decimos, por tanto, que el domingo próximo domingo, 30 de junio, va a ser muy especial. Al menos, para los católicos de España (y queremos pensar que, en general, para todo católico que en el mundo haya) será un día para recordar porque no todos los días se pueda hacer eso. Bueno, todos los días sí podemos consagrar nuestra vida al Sagrado Corazón de Jesús. Pero creemos que se entiende lo que queremos decir.

Todo esto lo decimos porque, además de eso o, mejor, por eso mismo, todos esperamos que el Rey de España, Felipe VI, obviando lo políticamente correcto, se encuentre presente en un tan magno acto.

El caso es que su antepasado Alfonso XIII acudió, no sin obstáculos podemos decir, a aquella Consagración de 1919. Le correspondía estar por ser un Rey de religión católica y un Monarca que no podía abandonar a su pueblo en tan importante y digno acto. Y no lo abandonó haciendo honor a su cargo y a su fe católica.

Esto lo decimos porque, estando las cosas como están, a lo mejor el Rey de ahora, Felipe VI encuentra algo mejor que hacer el domingo 30 de junio de 2019 y no acude al Cerro de los Ángeles.

En tal caso, ¿qué podemos pensar los españoles de un Rey que no está donde debe estar?

Sobre esto, los católicos sabemos que ni podemos responder a respetos humanos ni podemos someternos a lo políticamente correcto. En materia de nuestra fe católica, la misma ha de poder más que determinados comportamientos que muestran la poca fe que se tiene y, en fin, el poco decoro que, también, se muestra.

Nosotros, francamente, esperamos ver a allí a Felipe VI e, incluso, a la Reina de España aunque, claro está, tampoco se pueden pedir peras al olmo…

Al menos, decimos, la presencia de Su Majestad el Rey sí. Esta sí. Y es que se debe y es, por fe, debida.

 

Eleuterio Fernández Guzmán
eleu@telefonica.net