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Lo noticiable y lo que no lo es

 

Es seguro de que habrá más vidas truncadas por el aborto que por el coronavirus

 

 

 

Francisco Rodríguez Barragán | 09.03.2020


 

En un alarde informativo sin precedentes los españoles podemos saber el número de personas contagiadas por el coronavirus en sus distintas fases, desde las que pueden haber cogido el virus en un viaje de estudios, en un vuelo, en un estadio o por haber tenido contacto con alguien que a su vez puede estar infectado o estar en cuarentena  y hasta el número exacto de fallecidos por esta causa en cada comunidad, en cada provincia, en cada pueblo.

Pero lo cierto es que las personas que todos los días se mueren de enfermedad, de vejez, de abandono, de accidente, serán muchas más que las  producidas por el famoso virus. Los muertos por accidentes cuando hay puentes, también suelen tener un tratamiento informativo importante en unos cuantos telediarios.

Me parece muy bien que se publiquen instrucciones sanitarias para evitar los contagios y que la gente se te lave las manos a conciencia, pero de lo que los medios informativos no informan nunca es de los cien mil abortos que se producen en España cada año, que son muchas más que las víctimas de la gripe española de 1918.

Se habla mucho de la España vacía pero como si fuera algo relativo al cambio climático o los gases CO2, pero la verdad es que con los nacimientos que se producen no hay  recambio generacional y la pirámide de población está cada vez más  invertida. Hay quienes creen que los niños que no nacen, porque no los dejan, podrán sustituirse con inmigrantes, pero lo que resulte dentro de algunos  años no será ya España sino otra cosa.

Hay que recordar aquella ley de 1985, que despenalizaba el aborto en varios supuestos, que hizo el difunto Fernández Ordoñez, que el nefasto Rodríguez Zapatero y su ley Aido amplió hasta convertirla en aborto libre y que Rajoy no se atrevió a derogar, nos ha llevado a esta situación de aceptación social del aborto en la que los que luchan por la vida se ven perseguidos si tratan de prestar ayuda a las que acuden a las clínicas abortivas. Abortar es progresista, como es progresista tener mascotas, y gastarse el dinero en cuidarlas, hasta el punto de que seguramente ya hay más perros que niños.

Lo mismo que ha caído la natalidad también ha caído la nupcialidad, hay más parejas de hecho que matrimonios y son más los hijos extramatrimoniales que los matrimoniales y además se tienen cada vez más tarde, pasados los 30 años.

A los políticos creo que les ha venido bien el coronavirus pues con ello están pasando a un segundo plano las leyes conflictivas, como la educación, la eutanasia o la escandalera de las feministas desatadas. Ya nadie se acuerda del ministro Ávalos y sus mentiras.

Está claro que los medios de comunicación y sus tertulias deciden por sí mismos o por los que les den órdenes, las cuestiones sobre las que hay que hablar y las que hay que callar. Con el coronavirus hay tema para rato y para otras cosas un silencio sepulcral y no me parece mal que se den datos del coronavirus y de las medidas para evitar los contagios, pero cuando pase esta infección seguirán muriéndose mucha más gente que parece no importar demasiado y seguirán las listas de espera para una operación o para recibir asistencia domiciliaria, olvidando que los viejos somos la mayoría de este país.

 

Francisco Rodríguez Barragán