REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

UNA IGLESIA QUE SEA SIEMPRE CASA DE MISERICORDIA

 

Gervasio Portilla | 28.11.2017


 

 

Estamos a punto de iniciar el tiempo de Adviento, tiempo de preparación para la Navidad.

Falta nos hace a todos en España, recapacitar y pensar lo que es mejor para nuestra sociedad sin egoísmos ni mentiras.

La Navidad que esperamos, es un tiempo de ilusión y de esperanza; Dios se hace Niño para salvarnos, debiéramos todos hacernos también niños generosos y no caprichosos.

Para los cristianos debiera ser de manera especial un tiempo de exigencia en las virtudes; hoy, el grave problema de la Iglesia  que formamos todos los cristianos, es la insuficiencia en la forma ejemplar de actuar acorde a la caridad.

La Iglesia, no es una ONG y muchos menos una sociedad anónima; la Iglesia, debe ser casa de misericordia y acogida y todo lo que no lleve a esa forma de ser y de actuar será negativo.

La Iglesia es cauce fundamental en la salvación y en la evangelización, para ello debe acoger, entender y reprender, siempre con cariño y ejemplo, a sus hijos.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista