REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

EL CUERPO ES TEMPLO DEL ESPÍRITU

 

 

Gervasio Portilla | 23.10.2019


 

El cuerpo es templo del Espíritu y como tal después de la muerte, merece un respeto y un trato acorde aunque el cuerpo sin vida.

El trato que esta dando el Gobierno da la nación al asunto de los restos del general Franco, no es conforme al mínimo respeto a las creencias de cada persona garantizadas no sólo por la Constitución sino por los tratados internacionales.

Sin entrar en cuestiones políticas, los restos de cualquier persona deben de ser respetados así como la voluntad de sus familiares.

Se puede aceptar que se muevan los restos del anterior Jefe de Estado, pero no se puede aceptar que la voluntad de su familia de llevarlos a un panteón propio o un nicho como tienen al parecer en la cripta de la Almudena sea prohibido. Se están sobrepasando derechos muy claros, por mucho que los voceros del Gobierno intenten simular y por mucho que el Tribunal Supremo haya dado luz verde.

Los que creemos en la libertad y respetamos los derechos irrenunciables de la personas, así como su dignidad debiéramos estar “abochornados” con la instrumentalización de los restos mortales de cualquier persona.

La justicia Europea debiera de actuar en su momento, como la ha hecho en algún caso similar.

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista