REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

«APARTHEID»

 

 

Gervasio Portilla | 05.12.2021


 

 

 

Los personajes famosos  o políticos, debieran ser cuidadosos en no dividir a la sociedad, pues a toda ella se deben, de lo contrario y cuando realicen declaraciones despectivas, basadas en sus propias posiciones, sin respeto absoluto a otras opiniones, ni siquiera a la verdad, están jugado con fuego.

La opción de vacunarse contra Covid-19, es una opción libre, así recomendada por diferentes organismos como el propio Consejo de Europa, cuya declaración debiera de ser de obligada lectura para cualquier persona mínimamente formada.

Lo contrario, es decir la presión y la emisión de carga de responsabilidad sobre grupo alguno, sólo sirve a intereses “bastardos” de desunir a la sociedad, dividirla y crisparla, utilizando la desgracia de una pandemia.

A este tipo de personas, habría que exigirles utilizando la ley su inmediata rectificación, antes que la cosa se complique.

Habría que recordar a estos personajes, que no miden sus palabras ni las consecuencias de las mismas, lo que sucedió en Alemania la llamada noche de los “cristales rotos”, un estallido de violencia contra los judíos, fruto de la propaganda nazi que venia meses y meses, atacando comercios regentados por judíos y también incendiando sinagogas, aunque el chispazo final, fuera el asesinato en Paris, de un funcionario del Gobierno de Alemania.

No es que sean comparables las circunstancias actuales, pero cuando se divide a las personas, se les marca por sus ideas, genero, religión o tendencia se corre el riesgo de incidentes de mucha gravedad, como la historia nos muestra.

Por lo tanto, habrá que empezar a pedir responsabilidades a estos personajes minoritarios afortunadamente, que aprovechando su posición o fama hacen declaraciones sesgadas o fomentan el “apartheid”, denigrando decisiones personales que acertadas o equivocadas son absolutamente legales.

Los delitos de odio, están tipificados en nuestro Código Penal  y en caso de que no se respete la dignidad de las personas, no quedará más remedio a los ciudadanos afectados, que pedir la protección de la justicia, aunque está siempre deba ser la última opción. Con respeto a las personas, nos entendemos todos mucho mejor.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista