REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

SIN BUENAS PERSONAS, NO PUEDE HABER BUENOS POLÍTICOS

 

 

 

Gervasio Portilla | 10.05.2022


 

 

 

Sin valores, no puede existir una actividad política normal. Cuando el ser humano, se mete en su propio ser y en su propio interés y sólo piensa en objetivos materiales particulares, se convierte en un elemento peligroso.

No puede existir una actividad política mínimamente presentable, por parte de personas que justifican el mal y que niegan en realidad la existencia del bien y del mal.

La clase política actual en demasiados casos, ha abandonado la fe, el sentido de  transcendencia, de la gratuidad y del bien.

Su forma de actuar, por lo tanto se convierte en una mecánica animal del propio interés, sin absoluto respeto a sus semejantes.

Sin buenas personas, no puede haber buenos políticos, sin personas que en primer lugar sean buenos padres de familia, será poco menos que imposible que la actividad política, empresarial y social pueda ir bien.

La sociedad marcha mal, porque el ser humano ha abandonado a Dios y se ha creído fabricar su propio Dios, como un becerro de oro.

Es imposible que la clase política cambie, sino cambiamos primero a la familia, a la educación, y situamos un horizonte espiritual que de al ser humano un andamiaje para vivir orientados y dignamente.

La gran tarea actual, es la recuperación de los valores, de la fe, de la verdad y del bien. Sin ello es imposible que esto funcione.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista