REFLEXIONES DESDE EL CORAZÓN

 

CONSPIRACIONES QUE SE CONVIERTEN EN REALIDAD

 

por José Antonio García Bustos

 

 

Gervasio Portilla | 29.08.2022


 

 

 

Por su Por su interés reproducimos el articulo, firmado por José Antonio García Bustos publicado en el digital mallorcadiario.com, bajo el titulo “Conspiraciones que se convierten en realidad”.

 

 

El término conspiranoico se atribuye, de manera peyorativa, a aquellos que se apartan de la versión oficial.

Ese calificativo es una barrera para que el vulgo ni se esfuerce en plantear las teorías que esos cuatro locos defienden. Y cuando hablan, toca reírse de ellos. No hay nada más corto de miras que reírse de alguien sin escucharle.

A veces se produce un error en la Matrix y algunas teorías calificadas como conspiranocias son defendidas por organismos y medios de comunicación oficiales que en sus inicios, criticaron.

No fue Miguel Bosé, que también, sino el profesor experto Joan Ramón Rosselló-Laporte, invitado al Congreso de los Diputados, quien afirmó que “las vacunas contra la Covid no son vacunas sino un experimento sin precedentes en la historia de la humanidad”.

No fue Fernando López-Mirones, que también, sino el Ministerio de Sanidad quien dijo que la técnica PCR no es la adecuada para detectar el coronavirus y que éste no lo tenían secuenciado.

No fue sino el Tribunal Constitucional quien declaró ilegales las medidas que supusieron privación o restricción de libertades durante la pandemia, entre ellas, el pasaporte Covid que dejaba fuera de bares, hoteles y restaurantes los que no tenían la pauta completa.

Pero más allá de la pandemia hay muchas otras teorías que se separan de la versión oficial, que han sido calificadas de conspiranoicas. Los temas principales son: los atentados del 11S, la muerte de Kennedy, el hundimiento del Titanic, el atentado de Lady Di, el aterrizaje a la luna, el terraplanismo o los chemtrails (estelas de condensación que dejan los aviones).

Sobre los chemtrails, reconozco que era escéptico. Pero no ha sido un conspiranoico, sino la Agencia Española de Meteorología (AEMET), quien los lleva reconociendo durante años. Informa en su página web de la modificación artificial del tiempo a nivel mundial y de las estelas de condensación de los aviones, conocidas como contrails o chemtrails si llevan productos químicos. Y los llevan. Y son nocivos para la salud. Con ello no quiero decir que su intención sea exterminarnos.

El Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del 8 de junio de 2022 publica las bases para concursar con el objeto de evitar precipitaciones en forma de granizo desde el 1 de mayo hasta el 30 de septiembre. Y la modificación del clima se consigue con yoduro de plata (AgI).

Hay que recordar que la Ley de Aguas da autorización a la Administración del Estado para modificar artificialmente el clima y eso se hace desde la tierra disparando al cielo o desde aviones expulsando gases.

La patronal agraria Asaja denunció en 2016 la siembra de yoduro de plata entre las nubes para evitar las lluvias y beneficiar a empresas de energía solar. Parece ser que, los chemtrails pueden provocar lluvias aunque también lo contrario. La sequía es un negocio para algunos.

Según Wikipedia, al introducir la expresión “Siembra de nubes” señala que “el yoduro de plata puede causar incapacidad temporal o posibles daños residuales a los humanos y mamíferos con exposición intensa o continua pero no daños crónicos”.

La noticia de la modificación del clima en época de sequía ha llegado este verano junto a la del vaciado de algunos embalses con el objetivo de generar electricidad. Endesa, Iberdrola y Naturgy han vaciado 57 hectómetros cúbicos o su equivalente de 24.000 piscinas olímpicas para frenar las pérdidas ante la subida de los precios del gas. Un comportamiento no muy acorde con las restricciones que nos exigen a los demás.

Todo mientras se acaba de aprobar el Plan de Ahorro Energético que obliga a apagar la luz de los escaparates a las 10 de la noche o a limitar la temperatura del aire acondicionado.

“Garganta Profunda” sacó a la luz la conspiración que parecía ser el caso Watergate e hizo dimitir a Nixon. Galileo también fue un conspiranoico y, de inicio, tuvo que someterse a la corriente oficial y retractarse sobre el heliocentrismo.

A veces, sus teorías se han anticipado al reconocimiento de los hechos de quienes, en un inicio, les repudiaron. Muchas veces son teorías que no se sostienen. Ni son todas las que están ni están todas las que son. Indaguemos y razonemos de manera crítica.

Sócrates, pese a ser el hombre más sabio de Atenas, reconoció: “no puedo enseñar nada a nadie, solo puedo hacerles pensar”. Más allá de asumir las tesis oficiales, pensemos por nosotros mismos y veamos qué interés tiene un conspiranoico en defender su loca (o no tan loca) teoría.

 

 

Gervasio Portilla García,
Diácono permanente y periodista